¿La quiropraxia funciona?

La historia de la quiropráctica data de 1895 y se lo podemos atribuir al Estadounidense David Daniel Palmer, un curandero magnetista. Cabe mencionar, que en aquellos tiempos, no se había desarrollado la medicina convencional como ahora la conocemos.

¿Qué significa quiropráctica? la definición viene del griego praxis que significa "práctica o tratamiento" y cheir que significa "mano o con la mano". De ahí viene la fama de los quiroprácticos o hueseros.

Sucede que, las observaciones de Palmer lo llevaron a concluir que existe una "inteligencia innata" en la médula espinal. También a la falta de función de movimientos vertebrales, Palmer les llamó "subluxaciones" y consideró que estas restricciones lo que hacían era por una parte interrumpir el flujo nervioso pero también interrumpir el flujo de la Inteligencia Innata, impidiendo así la salud óptima.

Actualmente, en algunos casos, la quiropráctica ha dejado algunas de las creencias de Palmer y ha optado por acercarse a explicaciones más científicas y a descubrimientos anatómicos de la medicina reciente, esto es contrario a la demás medicina alternativa, cuyas creencias casi se mantienen desde el tiempo en que fueron creadas.

Pero el meollo de la quiropráctica es a lo que ellos le llaman "subluxaciones", lo primero que hay que entender es que las subluxaciones en quiropráctica son un fenómeno completamente diferente a lo que se entiende como subluxaciones en medicina ortopédica, la cual es una condición médica real, es la presencia de una luxación física que se puede medir y ver en radiografías o MIRs. La subluxación en quiropráctica es algo teórico que no se puede ver con los método mencionados.

Como una definición general de subluxación para los quiroprácticos se puede decir que, es un conjunto de cambios funcionales, estructurales, o incluso patológicos principalmente a nivel de la columna vertebral, que comprometen la función del sistema nervioso (interferencia), pudiendo influir en la normal actividad de otros sistemas del organismo y en consecuencia, en la salud.

Es una definición algo vaga que, si lo interpretamos como se lee, pudiera abarcar todo el organismo. Hay demasiado espacio para interpretación en esta simple definición.

En pocas palabras, el trabajo del quiropráctico es facilitar el incremento de la capacidad de curación natural o innata del paciente hasta su eficiencia máxima.

O sea, ¿todo eso manipulando la columna? No se las compro.

Como mencioné anteriormente, algunos quiroprácticos han optado por dejar atrás las creencias de Palmer, pero no todos. Hay unos tipos de quiroprácticos que aún siguen la filosofía de Palmer de 1895, los cuales, deben ser evitados a toda costa y hay que huir despavoridamente. Ofrecen el servicio de manipular la espina dorsal para curar enfermedades, ejemplos:

La difteria es causada por la subluxación de la sexta vértebra dorsal, aunque según la escuela quiropráctica de Chicago, la difteria debe tratarse manipu­lando la tercera, quinta y séptima vértebras cervicales, algunas dorsales y uno que otro nervio craneal.

Según Palmer, la escarlatina se trata ajustando la sexta y la doceava vértebra dorsal. Otros discípulos recomiendan, para esta enfermedad, ajustar desde la segunda hasta la quinta vértebra cervical.

Otro ejemplo mas en donde se mencionan algunas enfermedades que pueden ser consecuencia de una vértebra que se encuentra en una posición incorrecta.

¿Suena peligroso no?

¿Con quién pueden confundir a los quiroprácticos?

En alguna ocasión, un amigo me comentó que tenía problemas en un pie y no quería ir con un traumatólogo, prefería ir con un quiropráctico. No quiero que suene a falacia de autoridad, pero comparemos las carreras:

Para ser traumatólogo, primero tienes que estudiar medicina. De acuerdo al programa académico de la Universidad Autónoma de Nuevo León, son 6 años de estudios con las materias encontradas en la liga con alrededor de 50 materias relacionadas con ciencia médica. Después puedes entrar a Traumatología y ortopedia y te chutas otros 4 años. 10 años sin contar el servicio social. Claro está que tienes que pasar: exámenes, práctica, actitud, vocación y un sin fin de cosas.

Otra carrera que puede ser confundida con la quiropráctica es la Licenciatura en Fisioterapia. De acuerdo al programa de la Universidad del Valle de México, las materias son alrededor de 45 con una duración de 3 años y medio.

Cabe mencionar, que en estos dos programas de estudio, no se encuentra ninguna materia que se llame Quiropraxia.

¿Qué se necesita para ser quiropráctico?

De acuerdo al siguiente enlace, 2 años y listo: Las materias totales (supongo que son materias) incluyen: Quiropráctica, hidroterapia, masaje terapéutico y actividad física.

¿Qué? ¿Eso es todo?

Otro caso de un año, en el cual las “materias” son: Anatomía, fisiología, radiología, ajuste quiropráctico, masaje y ejercicios de rehabilitación, acupuntura, etc.

¿Etcétera? ¿Acupuntura? Me pregunto qué incluirán en el etcétera ¿Lectura de la mano?

No es que uno quiera desacreditar la quiropraxia, pero si vemos el siguiente caso, de seguro no nos van a quedar ganas de experimentarla.

En Abril 19 del 2008, Simon Singh, publicó un artículo llamado Beware the spinal trap en The guardian. Aquí traduzco parte del contenido

En el 2001, una revisión sistemática de cinco estudios revelaron que alrededor de la mitad de los pacientes que visitan quiroprácticos tienen efectos adversos temporales como dolor, adormecimiento, rigidez en músculos, mareos y dolores de cabeza. Estos son efectos relativamente menores, pero la frecuencia es bastante alta, y esto tiene que ser medido contra el beneficio limitado ofrecido por quiroprácticos.

Más preocupante, la técnica distintiva del quiropráctico, conocida como empujón de alta velocidad y baja amplitud, conlleva muchos riesgos significativos. Esto involucra empujar las articulaciones mas allá de su rango normal de movimiento aplicando una fuerza corta pero fuerte. Aunque este es un procedimiento seguro para la mayoría de los pacientes, otros pueden sufrir dislocaciones y fracturas.

Aún peor, la manipulación del cuello puede dañar las arterias vertebrales, las cuales proveen sangre al cerebro. Las llamadas disecciones vertebrales pueden cortar el suministro de sangre, lo cual puede llevar a un derrame cerebral y hasta la muerte. Debido a que normalmente hay un retraso entre la disección vertebral y el bloqueo de sangre al cerebro, la liga entre los quiroprácticos y el derrame cerebral no fue notada por muchos años. Recientemente, ha sido posible identificar casos en los cuales la manipulación de la espina dorsal ha sido ciertamente causal de disecciones vertebrales.

Laurie Mathiason era una mesera Canadiense de 20 años que visitó un quiropráctico en 21 ocasiones entre 1997 y 1998 para aliviar su dolor de espalda baja. En su penúltima visita se quejó de rigidez en su cuello. Esa tarde los platos se le comenzaron a caer en el restaurante, así que regresó con el quiropráctico. Mientras el quiropráctico le manipulaba el cuello, Mathiason comenzó a llorar, los ojos se le comenzaron a voltear, comenzó a aventar espuma por la boca y su cuerpo comenzó a convulsionar. Se la llevaron inmediatamente al hospital, cayó en coma y murió tres días después. El médico examinador declaró:

“Laurie murió por una ruptura de la arteria vertebral, la cual ocurrió en asociación con una manipulación quiropráctica del cuello”.

Triste… muy triste, una muerte innecesaria de la cual podemos y debemos aprender. No soy doctor, pero probablemente un médico le hubiera sugerido unas radiografías para empezar, a lo mejor un par de fármacos, unos días de reposo y Laurie aún estuviera con su familia. Pero el hubiera no existe.

No quiero que se oiga como una campaña de desprestigio, como mencioné antes, algunos quiroprácticos están abiertos a nuevas técnicas basadas en ciencia, pero honestamente… ¿Para qué arriesgarse?

Pd. Simon Singh fue demandado por la Asociación Británica de Quiropraxia por el artículo arriba mencionado.