Existe un movimiento que tiene algo de fuerza en algunos otros países, hablo del movimiento anti-vacunas, los cuales insisten en decir que hay una liga entre las vacunas que nos ponen para inmunización (específicamente con la triple viral) y los casos de autismo.
Todo comenzó con un charlatán, el doctor, (o más bien, ex doctor) Andrew Wakefield. Este sujeto buscaba comercializar una vacuna triple viral por su cuenta con el objetivo obvio era ganar dinero. Wakefield se inventó un estudio el cual fue publicado en el prestigioso diario médico inglés The Lancet en 1998 en donde se ligaba la vacuna triple viral con los casos de autismo.
En el 2010, el periodista Brian Deer, hizo su tarea de investigar a Wakefield, y esto terminó en que The Lancet removió el artículo diciendo que había serias preocupaciones éticas. También se descubrió que, no solo hay mala ciencia, sino que hay datos falsos, malas interpretaciones, información torcida para lograr intereses personales, mentiras, los sujetos de prueba fueron escogidos especialmente y no fueron seleccionados al azar, no hubo controles negativos, algunos ya mostraban características del autismo, algunos lo desarrollaron meses después de la vacuna. No solamente se ve una mala ciencia, sino que ésta fue deliberada. Qué peor que un charlatán, con los medios, y con una agenda específica.
El problema viene en que, el estudio de Wakefield despertó una serie irracional de temor hacia las vacunas en el Reino Unido y en Estados Unidos. Como consecuencia, grupos como Age of Autism o Safeminds fueron creados, aumentando la propaganda del miedo a las vacunas y desparramando información errónea al público en general.
El miedo irracional se tradujo en que los padres no quieren vacunar a sus hijos por el temor de que tengan autismo, como consecuencia. Lo cual, es una desgracia porque, enfermedades que parecían controladas, surgen de nuevo como la tos ferina y elsarampión).
No es suficiente el hecho de que Wakefield falsificó su estudio para desechar la liga entre autismo y las vacunas. Ha habido una cantidad importante de estudios que confirman que no hay tal correlación. Pero esto no ha detenido a los fanáticos de Wakefield y siguen empujando su agenda anti vacunación, la cual, ha causado muchos daños innecesarios. Se han viso brotes de tos ferina en Washington tan dramáticos que los casos aumentaron en un 1300% con respecto al año anterior. El más grande brote de sarampión en Inglaterra desde 1995 con saltos de hasta el 30%. Problemas tercermundistas en países primermundistas.
Traigo este caso porque el año pasado me enteré de que en Ensenada, Baja California, un tipo de nombre Alexander Backman entregó volantes con información acerca de “los peligros de las vacunas” y su página de internet dice que lograron que una escuela en Tamaulipas le cerrara las puertas a la Secretaría de Salud cuando pretendían poner las vacunas de rigor.
Sitios mexicanos como www.noautismo.com o www.concienciaradio.com se dedican a propagar toda clase de información falsa con respecto a las vacunas y a sus efectos secundarios. Aparte, venden también productos de una compañía llamada Maxam Nutraceutics, una compañía de dudosa reputación cuyo dueño, James Cole, es investigado por el gobierno sobre cargos de fraude y que ha sido investigado por publicidad engañosa en la venta de dichos productos. Al momento, la compañía se encuentra en gran escrutinio por la agencia federal de drogas y alimentos de Estados Unidos. Bonito aliado se encontraron estos tipos.
Como dato personal, yo he trabajado ya 17 años en compañías reguladas por la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA de EEUU), y cuando estaba haciendo la investigación para esta entrada, revisé una Carta de Advertencia (Warning Letter, practicamente es el peor reporte que puedes recibir de dicha agencia) que la FDA envió a Cole en septiembre del 2012 por sus malas prácticas en la fabricación de sus productos. Francamente, da pena leer la carta. No tienen ningún tipo de control básico en la fabricación de estos dudosos productos.
No hay duda de que las vacunas han salvado literalmente millones de vidas. Han erradicado enfermedades. Han ayudado en prevenir discapacidades permanentes, y han ayudado a que la humanidad haya aumentado su expectativa de vida. Hay que decir también, por supuesto, que las vacunas, como cualquier procedimiento médico, tienen riesgos. Hay riesgo incluso en engullir una simple pastilla de aspirina. Pero el riesgo de no vacunarse es mucho mayor para contagiarse de horrendas enfermedades.
Yo sí considero que las vacunas han sido un éxito de la ciencia, y tener grupos de estos en nuestro país puede llegar a ser bastante peligroso. Hay que seguirles el paso de cerca.
Interesante descripción de la génesis de ese movimiento-antivacunas.
ResponderEliminarY triste constatar que el público se deja llevar por cualquier tipo de propaganda y publicidad disfrazada de información.