– ¿Qué onda Jaime? ¿Qué ha habido?
– ¿Qué onda Alejandro? ¿Qué dices?
– Pues nada, aquí nomás, ya sabes, de aquí para allá y de arriba para abajo.
Señores – interrumpe la mesera –, los molesto con sus abrigos. Los dejaré en la entrada. Es para que estén más cómodos. Ambos caballeros agradecieron el gesto de la dama, y continuaron su plática.
– Pues qué bien, ¿qué vas a hacer ahorita?– Nada. Vengo saliendo de un trabajo y pues me iba a sentar un rato a hacer el próximo reportaje para la tele.
– Nombre, mejor ven, acompáñame. Vamos a la reapertura del circo.
– ¿Cómo que al circo? ¿Tienes cinco años, o qué?
– Nombre, déjame te explico. Este es un circo diferente, no como los que tienen mucho animal. Más bien, aquí dizque se te quita lo animal. Ya tenía mucho tiempo funcionando, pero fue cerrado por remodelación. Hoy es la reapertura.
– No entiendo.
– Sí, mira, se llama El Circo del Absurdo, y en este circo, hay varias personas archi inteligentes que exponen su material o sus escritos, tú lo lees, y tu mente se despierta, se libera, vuela libre.
– Tú dices que mi mente se hace atea.
– Nombre, esos idiotas tienen de libre la mente lo que yo tengo de astronauta. ¿No supiste lo que pasó con los supuestos “librepensadores” de Cuernavaca?
– Pues no, ¿qué pasó?
– Mira, te dejo éste escrito de un personaje que se llama Tork, el Bizcocho de Montecristo.
– ¿Pero por qué se firma El Bizcocho de Montecristo?
– Para que sepamos que es él. Pero olvídate de eso. Qué chistoso que lo menciones porque es el primer acto del Circo del Absurdo, ese comienza a las siete. Resulta ser que alguien publicó una imagen blasfema de una virgen María en forma de vagina y el moderador del grupo de “librepensadores” la borró porque se sintió ofendido y sus hijos la podían ver.
– Bah. Bonito librepensador.
– Te digo. Por eso corrijo cuando alguien dice que los ateos tienen superpoderes.
– Bueno, pero sígueme platicando del circo ese.
– Sí. Mira, hace rato pasé por ahí y compré los boletos. Me entregaron el itinerario. Más o menos como a las 7:30 sale un tal Ego Sum Qui Sum
– A ver, deja te detengo ahí. Uno se llama Bizcocho de Montecristo, el otro Ego Sum Qui Sum, ¿en dónde está la seriedad?
– Son sus nombres artísticos, bestia. Así como los que salen en la tele en donde yo trabajo. Son excéntricos.
– Pues si tú lo dices, ¿y qué hace ese Ego Sum Cachún Cachún?
– Va a explicar lo de las profecías mayas y el 2012.
– Pues a menos que lo haga vestido de payaso, porque eso es una tontera.
– Ese es el chiste Alejandro, o sea, como quien dice, él lo va a desmitificar.
– Ah, entonces se va a parar enfrente de la gente para decir que no es cierto.
– Exacto, para acabar pronto, eso es lo que va a hacer.
– Ah, ya entiendo, y ya le voy agarrando la onda a lo del circo este. Oye, pero entonces, a ti te han de hacer mierda en ese circo, ¿no?
– Epa, mejor no hablamos de ti porque te va mal.
– Bueno, ya, era broma. ¿Quién más está en el programa?
– Una chica que se llama Mónica.
– ¿Y cuál es el tema?
– La ponencia se titula “De religión, delincuencia y el “ve con dios, hijo mío”.
– Se escucha interesante.
– Habla de los narcos, sus creencias, sus influencias y su involucramiento en la iglesia mexicana.
– Pero ellos son narcos, ¿por qué creen en dios? Eso nomas lo hace la gente buena.
– Nombre mi Alex, andas perdido, mejor vamos a ver a Mónica a la presentación de las
ocho.
– Ya estás. Oye, pero no recordaba, tengo que ir a donar sangre mañana, no me puedo desvelar mucho. No he revisado ni los requisitos y los quiero consultar en línea.
– Andas de suerte, a las 8:30 se presenta de nueva cuenta Tork y en un escrito explica los requisitos de las donaciones de sangre. Nomas que tienes que estar preparado a responder algunas preguntas medio incómodas.
– ¿Como cuáles?
– Una de las preguntas es si te gusta el arroz con popote.
– ¿Y eso qué tiene que ver?
– Pues ya ves, requisitos homofóbicos que se encuentran en cuestiones serias de salud.
– Pero eso es discriminación, Jimmy.
– Sí, estoy de acuerdo, pero pues ahora sí ni cómo ayudarlos.
– Pues vamos, sirve que me entero de mis requisitos y de lo que se siente. Nunca he donado sangre. ¿Y ahí termina el circo?
– No. A las 9 sale Antonio López.
– ¿Y de qué va a hablar?
– Su ponencia se llama Las preferencias médicas de Carlos Mota.
– Ah, está muy bien. Él se va por la medicina alternativa, la homeopatía y la acupuntura. Eso es muy bueno.
– Nombre qué va a ser bueno. Te digo que necesitas ir a más funciones del circo para que te quiten lo babas.
– Entonces me sugieres la medicina alópata.
– Ese termino se lo inventaron los homeópatas para designar las prácticas que no eran homeopáticas, o sea, si te vas a libros de medicina, esa palabra no te la vas a encontrar.
– Órale. Pues casi creo que he vivido engañado.
– Sí, por eso a mi me gusta ir a las funciones del Circo del Absurdo, para aprender más.
– ¿Y ya con eso termina?
– No, la última presentación corre a cargo de Angélica Martínez y del blog Historias Clandestinas.
– ¿Y ella de qué va a hablar?
– De la visita de Benedicto XVI a México, y cómo es que hay mucha diferencia entre la visita de Juan Pablo II y la de él.
– Oye, eso está muy bien. Más o menos de qué trata.
– Pues analiza cómo anda de fieles la Iglesia Católica, cómo ha sido la migración de estos fieles hacia otras doctrinas y cómo algunas personas hasta han dejado ya las creencias.
– Pues oye, esto del circo ya me emocionó, nunca lo había oído mentar, y yo creo que va a estar muy bien.
– Te digo, júntate conmigo.
– O sea que aquí se analiza de todo
– Exactamente ese es el punto, analizar de todo. Poner todo a un ojo crítico, digo, hasta los de AA son analizados. Plateros tiene también su lugar en el circo y él expone diferentes circunstancias que le tocó vivir en AA. Circunstancias que no necesariamente son muy conocidas o del dominio público. Ese es el ojo crítico que se le da a las cosas.
– Oye, pero ya son las 6:30, ya mero va a comenzar.
– Sí, vamos pidiendo la cuenta.
La mesera les trajo la cuenta a nuestros caballeros.
– Muchas gracias señorita, ¿a quién le toca pagar Jimmy?
– A ti, ¿no?
– Creo que sí. Aquí tienes preciosa.
Nuestros héroes estaban retirándose cuando escucharon un grito, - ¡Caballeros!. Jaime se regresó al escuchar a la mesera.
– Ay, ya se me hacía que no los alcanzaba. Aquí tiene su abrigo señor Maussán. Por favor dele su abrigo al señor Jodorowsky.
– Claro que sí. Muchas gracias. Hasta luego.
– Hasta luego, y que se diviertan en el circo.
“Lo necesitan” se quedó pensando la mesera.