jueves, 24 de noviembre de 2016

Hell Divers, por Nicholas Sansbury Smith

Compré este libro porque salió como recomendación ya ni recuerdo en dónde, y en general está bien, pero sí tiene algunas fallas y clichés algo tediosos.

Después de un holocausto nuclear, la humanidad ha sido forzada a vivir en unos tipo Zepellin en el aire. No pueden bajar debido a la alta radiación en el suelo, sin embargo, en ocasiones tienen que bajar algunas personas llamadas Hell Divers (paracaidistas) porque la nave necesita combustible nuclear y algunas provisiones que solamente hay en el suelo.

El héroe del libro se llama Xavier Rodríguez, pero todos le llaman “X” y es el típico héroe macho con diálogos bastante sobados en las películas de acción de Hollywood. Él es el diver más experimentado con casi 100 bajadas a la Tierra. El promedio de estos paracaidistas son 15 bajadas y mueren, ya sea por la radiación, porque algo sale mal, o por lo que vive allá abajo, que al rato narramos.

Hay solamente dos naves, una llamada Ares y la otra the Hive (La Colmena) y la historia sigue a ésta última. En la nave hay alrededor de 500 personas, tiene su capitán, los divers, ingenieros y la gentuza.

La nave funciona con helio, tiene sus cultivos, animales, pero la comida es muy muy escaza, y sin tanta agua potable o comida, la gente anda toda apestosa y mugrienta, lo cual es lógico pensar sobre todo en el género post apocalíptico.

La historia es que las naves tienen que sobrevivir para que con ellas sobreviva la humanidad. Simple. Aunque, con la radiación que hay en la tierra y la propia radiación que hay en la nave, mucha gente tiene cáncer, o nace deforme. Bastante tétrico el panorama para los humanos.

La radiación en la tierra ha ocasionado mutaciones en los seres humanos y estos han sido transformados en tipo zombies. Hay unos que corren en cuatro patas, otros tienen alas, y el concepto de los monstruos está muy bien, aunque se mueren muy fácil, pero en general están bien. Les llaman “sirenas” porque lanzan sonidos muy agudos que casi revientan los oídos.

El problema creo yo es que el autor metió cosas al libro que a mi gusto no quedan muy bien tomando en cuenta la premisa. La nave tiene clases sociales. Está la high que son la capitán, doctores, ingenieros, y los divers que tienen su propio cuarto y comen más que los de abajo, y están los de abajo, que son los que mantienen a flote con su trabajo a la nave: cultivan, son mecánicos, cosas así, y han desarrollado algo como “créditos” o un sistema financiero el cual no discuten mucho. Los de “abajo” están más enfermos que los de arriba, hay más cáncer, piojos y cosas de ese tipo y han hecho en el pasado intentos de revolución. Tomando en cuenta que solamente quedan 500 personas, ¿realmente se necesitan las clases sociales? Hasta tienen un bar, en donde pueden ir a echarse unos tragos. Pero bueno, eso es lo que se me hizo fuera de lugar.

Fuera de esto, el libro parece una película de acción de Hollywood, los diálogos son en ocasiones bobos pero sí tiene un paso muy apresurado y hay mucha, mucha acción. Hay broncas en la tierra, en las naves, una levantada de armas de los de abajo y sí está tenso la mayor parte del libro.

Si quieren leer algo con mucha acción post apocalíptica y zombies, Hell Divers creo yo es una buena opción.

Hell Divers es parte de una trilogía, el segundo sale hasta el 2017. No sé si lo vaya a comprar. Ya veremos.

Hell Divers

jueves, 3 de noviembre de 2016

Humanos vs Computadoras

Ha habido dos casos muy famosos en donde los humanos se han enfrentado contra las computadoras en escenarios similares y la humanidad perdió. Estamos hablando de Gari Kasparov contra Deep Blue en ajedrez, y Lee Sedol en el juego de Go. Aunque Kasparov y Sedol sí ganaron al menos uno de los juegos contra las computadoras, digamos que perdieron en el resultado global.

Recientemente hubo otro tipo de «enfrentamiento» de humanos contra computadoras pero en un campo totalmente distinto. El ajedrez y el Go, sin restarles mérito a los programadores, son a final de cuentas juegos o entretenimiento, pero en este nuevo enfrentamiento fueron doctores contra sistemas de diagnóstico médico, pero el resultado fue distinto: los doctores ganaron. Y ganaron por bastante.

Hay algunos softwares que van ganando popularidad, y se describen como «symptom checkers», son softwares que revisan los síntomas de los pacientes y tratan de dar un diagnóstico. Los investigadores querían saber qué tan bien funcionan estos softwares en el diagnóstico de algunas enfermedades.

El estudio lo realizaron unos investigadores de Harvard y consistió en más de 230 doctores (pediatras, y doctores de medicina familiar e interna) a los cuales se les pidió dieran un diagnóstico basándose en 45 viñetas médicas. Las viñetas incluían el historial del paciente y los síntomas, sin embargo, no incluían pruebas médicas ni examinación física. Esto supongo fue para que el campo de batalla fuera similar para ellos y para los softwares. Estos mismos escenarios se pasaron por 23 softwares gratis dedicados a dar diagnóstico de algunas enfermedades. Las viñetas estaban diseñadas en condiciones médicas simples, medianas y complicadas.

Los resultados fueron aplastantes para los doctores. Dieron el diagnóstico correcto en más del doble de las veces que los softwares. Aunque, para los síntomas «fáciles», las computadoras pudieron dar el diagnóstico correcto en más ocasiones que con los síntomas más difíciles.

Esto fue, como dije, sin que los doctores tuvieran acceso al paciente. El estudio fue solamente basándose en síntomas. Obviamente si los doctores tienen acceso a los pacientes para realizar entrevistas o simplemente con el hecho de verlos, incrementaría el porcentaje de acierto en diagnosticar.

Esto no quiere decir que las computadoras jamás van a reemplazar a los doctores, sería ingenuo pensar así ya que si algo caracteriza a la tecnología es que poco a poco va mejorando y actualizándose. Pero por el momento, los doctores tienen la medalla de oro. Aunque es interesante pensar en el futuro. ¿Los doctores podrán ser reemplazados?

miércoles, 12 de octubre de 2016

Kindred, por Octavia E. Butler

Este libro es considerado como ciencia ficción, y aunque sí trata de ciencia ficción puesto que la protagonista viaja a través del tiempo, yo lo considero más como un relato histórico horroroso de la vida de los esclavos en Estados Unidos en el siglo 19.

La protagonista de la historia se llama Dana, una mujer negra de 26 años de edad que está casada con Kevin, un hombre blanco de similar edad, viven en el año de 1976 en Altadena, California, no tienen hijos, y ambos aman la lectura.

La historia es que Dana tiene que viajar en el tiempo en contra de su voluntad hacia Maryland en 1819. La primera vez que viaja se encuentra en un río en donde salva a un niño de nombre Rufus, un niño blanco pelirrojo de algunos 4 años de edad que se estaba ahogando.

Los padres de Rufus se asustan al ver a una mujer negra con el niño en sus brazos, aún y cuando ella lo salvó, el padre amenaza a Dana con un rifle. Dana, sin darse muy bien cuenta de lo que pasó, regresa a 1976.

La experiencia resulta traumática para Dana puesto que no supo por qué pasó, y para Kevin también puesto que vio a Dana desaparecer y aparecer al cabo de unos segundos en otra parte de la casa, llena de lodo y agua. Mientras Dana le cuenta la experiencia a Kevin, se dan cuenta de que el tiempo no pasa de la misma manera en 1819 y 1976, para Dana fueron algunos minutos, para Kevin fueron pocos segundos. Dana se da cuenta también de la vestimenta de la madre de Rufus y nota que no es para nada parecida a lo actual.

Durante unas semanas de 1976, Dana viajará a 1819 en otras ocasiones y en una de esas se da cuenta que siempre tiene que salvar a Rufus de morir, ¿por qué él siempre? Razonando se da cuenta de que Rufus es su antepasado y supone que lo tiene que salvar para que su árbol genealógico sobreviva hasta 1976 intacto, y que Rufus la llama inconscientemente cuando su vida peligra, y también se da cuenta que regresa a 1976 cuando la vida de ella peligra.

En unas ocasiones viaja con Kevin, en otras sola, incluso en una ocasión Kevin se queda por cinco años en el siglo 19 debido a que no se alcanzan a juntar cuando Dana estaba amenazada de muerte. En todo ese tiempo, Kevin trata exitosamente de liberar la mayoría de esclavos posible.

Esto es solo una probadita de la premisa del libro. Octavia es muy hábil para hacer de esta simple premisa, algo completamente complejo puesto que explica muy bien la manera de vivir en ese tiempo. El padre de Rufus es dueño de numerosos esclavos, un malévolo hombre que no tiene problemas de usar su látigo en contra de los negros cuando él considera que es necesario.

Algunas de sus narraciones son completamente horrorosas que si bien ya conocemos por medio de la historia de Estados Unidos, siempre es impactante revivirlas. Venta de personas, venta de los hijos de esas personas, niños negros jugando a vender niños negros puesto eso es lo que ven de manera regular. Increíble.

El libro es muy bueno, Butler era una narradora espectacular y te clava en la historia sin poder dejarla.

Hay algunas cosas que me hubiera gustado que pasaran, por ejemplo cuando en 1976 Dana y Kevin están investigando cosas de 1819, me hubiera gustado que encontraran alguna referencia de ellos mismos en ese pasado, pero bueno, eso ya es demasiado Volver al Futuro.

Kindred, totalmente recomendable si quieren una novela de ciencia ficción, ficción histórica, y escrito por Octavia E. Butler, uno de los nombres más respetados en la Ciencia Ficción.

martes, 9 de agosto de 2016

Dark Matter, por Blake Crouch

Jason Dessen vive su vida de una manera regular. Está felizmente casado con Daniela Vargas, y tienen un hijo, Charly, de 14 años de edad.

Jason es un profesor de Física en una escuela, y Daniela es ama de casa. Se podría decir que ambos dejaron una vida promisoria por la noticia repentina de que serían padres de Charly. Daniela era una muy buena artista visual, y Jason un físico prominente a quien muchos veían con un muy buen futuro. A pesar de que esta vida «que pudo ser» salía a relucir de repente en sus conversaciones, ninguno de los dos negaba que eran felices.

Esa noche, Ryan Holder, el mejor amigo de Jason en la universidad celebraba que había ganado el premio PAVIA por su investigación neurológica de la corteza frontal del cerebro. El premio dotaba a los ganadores de un millón de dólares y de prácticamente todas las puertas abiertas para una carrera prolífica en ciencia. Jason no quería ir ya que estaba un poco alejado de Ryan, sin embargo Daniela lo convence de que vaya un rato al bar con los amigos y que regrese para cenar juntos. Algo renuente, Jason va al bar en donde se encuentra con Ryan y ambos comienzan a conversar sobre su pasado y vuelve a relucir el pasado de Jason como una joven promesa en la Física. Jason se toma una o dos copas y sale del bar para llegar a tiempo a cenar con su esposa.

Mientras camina de regreso, nota que alguien se le acerca muy rápido, demasiado rápido, y cuando lo alcanza, nota que la persona trae una máscara y una pistola. El tipo de la máscara le pide que suba a una camioneta en donde Jason maneja hasta que llegan a un tipo almacén abandonado. Durante el trayecto, su captor le hace preguntas personales raras sobre su esposa, su hijo, su trabajo, las cuales Jason responde renuente mientras trata de analizar su situación y las posibles salidas. Le pide que se quite la ropa en medio del frío congelante de Chicago. Lo hace caminar por algunos pasillos hasta que Jason cae, y mientras el hombre enmascarado tiene a Jason sometido, le comienza a inyectar algunos fármacos por su pierna. Lo hace caminar aún más hasta que llegan a un lugar y el captor le dice que se cambie la ropa por una que ya tenía lista. Jason trataba de pelear contra los efectos calmantes de las drogas, cuando su captor le dice:

–Ha sido un largo camino. No puedo creer que esté aquí viéndote y hablando contigo. Sé que no entiendes pero hay mucho que te quiero preguntar.
–¿Sobre qué?
–Sobre qué se siente ser tú, ¿Cómo te sientes con tu lugar en este mundo, Jason? –¿Estás feliz con tu vida? Mataste tu ambición, ¿verdad?

Después de varias preguntas, Jason se va quedando dormido poco a poco, y su captor lo inyecta de nuevo y saca un ámpula con otra droga.

–Siento mucho que tengo que hacer esto, Jason. Pero lo hago por nosotros dos.

Mientras Jason está por dormirse por completo, pregunta con una voz adormilada –¿ahora qué?

–No me creerías si te dijera…

Jason despierta poco a poco en un lugar desconocido.  Conforme va despertando más y más, se da cuenta de que no conoce a las personas que están a su alrededor, y una persona que Jason jamás ha visto en su vida se acerca a él y le dice «Bienvenido de vuelta, mi amigo».

En este libro, Blake Crouch hace una propuesta muy buena sobre mundos paralelos, el multiverso y la superposición cuántica y el tema principal es si has tomado las decisiones correctas en tu vida. Jason tendrá que luchar para entender lo que pasa y tratar de volver con Daniela y con Charly en un mundo que no es el de él.



martes, 26 de julio de 2016

Suffer the Children, por Craig DiLouie

Ya tenía rato que no leía algo de horror. Yo creo que lo último que leí fue por allá del 2006, era un libro de vampiros contra nazis, o algo así.

No hace mucho, Peter Clines (del cual hice una reseña, y ahorita que me acuerdo me falta escribir otra de su libro 14) recomendó por el tuiter Suffer the Children y me llamó la atención. Esto ya tiene un ratillo, y antes de Suffer the Children me eché uno o dos de los géneros que normalmente leo; crimen y ciencia ficción. Cuando terminé iba a comprar otro de ciencia ficción pero recordé que tenía este pendiente. Lo compré un poco renuente ya que me he alejado del género, pero no me arrepiento.

El libro se desenvuelve en una pequeña ciudad de Michigan en donde la historia sigue a tres familias diferentes. Doug y Joan Cooper que tienen 2 hijos, Nate y Megan. Ramona, una madre soltera que tiene a su hijo Josh, y a David y Nadine que tuvieron un hijo pero que murió en un accidente de tráfico.

Joan tiene una guardería en donde cuida algunos niños, entre ellos a sus propios hijos y a Josh, el hijo de Ramona. Ramona es una ejecutiva exitosa en una empresa, David es un pediatra, y Nadine es enfermera.

El libro va siguiendo a estos personajes los cuales tienen una vida bastante regular y normal, pero de repente, todos los niños de la ciudad y del mundo entero, caen muertos. Así nomás. Muertos. Incluyendo a los bebés en los vientres de sus madres.

El pánico comienza a apoderarse de la ciudad ya que el evento, está por demás decirlo, es aparte de trágico, sin precedentes.

La ciudad no tiene los recursos como para enterrar a todos los niños y darles una buena sepultura. Se tienen que adaptar hospitales para que funjan como morgues, los doctores no se daban abasto para hacer las autopsias y al mismo tiempo analizar lo que estaba sucediendo, en fin, un total y entendible caos.

La ciudad decide que para evitar propagación de enfermedades, los niños se iban a enterrar en una enorme fosa común, esto es para los niños de bajos o medios recursos, los ricos sí tenían los medios para hacer todo lo que normalmente se hace cuando hay que enterrar a alguien.

A los tres días de que los niños mueren, la gente comienza a notar que por las calles, algunos niños andan vagando buscando a sus padres. Doug y Joan que habían enterrado a los suyos en la fosa común, manejan desesperados para buscarlos y logran desenterrarlos y para su sorpresa, los niños estaban «vivos».

La gente celebra el acontecimiento y creen que Herold’s disease (así es como se le llamó a la enfermedad) había cesado. Sin embargo, los niños tienen algo «raro», están pálidos, huelen a cuerpo putrefacto, sus abdómenes están teñidos de color verde y morado por la putrefacción, algunos padres meten a bañar a sus hijos y notan que un líquido negro les sale del recto. Están vivos pero al mismo tiempo parecen muertos.

Al poco tiempo, Nate, el niño de Joan dice que tiene hambre y con una voz muy débil dice que quiere sangre. A Joan se le hace muy raro pero por la insistencia de su hijo se hace una pequeña cortada para darle sangre y con esto, Nate vuelve a ser el niño que siempre fue, aunque por solo un momento. Pasa poco tiempo para que los papás se den cuenta que los niños vuelven ahora sí a la normalidad cuando se les da sangre humana como alimento. El efecto de la sangre administrada dura cierto tiempo y cuando pasa, los niños mueren de nuevo. Algo un poco horroroso para los padres.

¿Hasta dónde llegará un padre para recuperar a su hijo? ¿Qué harán los padres cuando ya no puedan darles su sangre?

Suffer the Children es un muy buen libro en donde el horror viene por una parte del hecho que he estado narrando, pero la otra parte viene de los padres desesperados, y es una muy buena propuesta en el género de los vampiros, combinada con apocalipsis y fin del mundo.


Creo que hasta aquí es una buena premisa y ya no le sigo para no echárselos a perder.




El siguiente será Dark Matter, de Blake Crouch.

jueves, 19 de mayo de 2016

The Last Girl, por Joe Hart.

Terminé este libro y la verdad es que está muy bueno.

La humanidad está por irse al carajo, pero en esta ocasión no es por invasión extraterrestre ni por bombas nucleares, sino porque hay una condición médica misteriosa que hace que el nacimiento de niñas haya sido reducido del 50% al 1% en todo el mundo. Esto comenzó en el 2016, y para el 2018, la epidemia estaba al máximo.

El libro comienza narrando noticias y escritos de algunos políticos en donde tratan de explicar pobremente el fenómeno de la reducción de estos nacimientos. Te deja la sensación de que no saben qué es lo que está pasando y desde ahí me enganché con el escrito.

El principal personaje en que se  basa el libro se llama Zoey, una chica de 20 años que vive en el ARC (Advanced Research Compound). Este complejo fue construido por el National Obstetric Alliance (NOA) para proteger a las pocas niñas que nacen y para investigar el fenómeno para tratar de encontrar una solución.

O sea, NOA’s, ARC. :)

Zoey es una de las chicas, junto con Penny, Lily, Meeka, entre otras, que se encuentran en este complejo. El complejo ARC tiene sus reglas y son bastante estrictas. Las chicas no pueden estar solas con los chicos. Si hacen algo que se considere incorrecto, las pueden enviar a «la caja», que es un cuarto oscuro como castigo. También, les tratan de lavar el cerebro a las chicas diciéndoles que la razón por la cual están ahí es por el «bien superior» (the greater good) el cual es la posibilidad de repoblar, en la medida posible, la Tierra, y hasta tienen sesiones en donde repiten incansablemente el himno o misión del ARC, el cual es impuesto siempre por Ms. Gwen, una de las instructoras del ARC la cual es una persona demasiado estricta.

Cada una de las chicas tiene un clérigo o asistente asignado para ayudarlas y para protegerlas. El de Zoey se llama Simon, y ellos han entablado una buena relación casi de padre-hija. Simon y su hijo Lee son dos de los personajes secundarios importantes en la trama ya que, Lee y Zoey, están formando una relación romántica prohibida.

Las chicas tienen una idea vaga de lo que pasa afuera ya que Ms. Gwen les dice afuera del complejo solo hay devastación ya que hubo una plaga vírica la cual fue la culpable de la reducción de los nacimientos de niñas, Zoey tiene sus dudas, pero tiene más dudas sobre otra de las reglas. Cuando las chicas cumplen 21 años, pueden ser iniciadas o inducidas, esto es que al cumplir esa edad, ellas dejan estas instalaciones para reunirse con sus padres y vivir en una zona segura. Las chicas que se van debido a esto, jamás son vistas de nuevo por las demás chicas y nunca saben noticias de ellas.

Zoey tiene 20 años y dentro de poco cumplirá 21, pero ella tiene demasiadas dudas sobre lo que les han repetido hasta el cansancio sobre la reunión con sus padres al llegar a esa edad, así que, después de estar cansada de las reglas estrictas y de que la enviaran una vez a la caja por mala conducta, decide hacer un plan para escaparse. A partir de aquí (por si la historia no es suficientemente interesante) se pone mejor.

Hasta ahí la premisa.

Este libro es el primero en una trilogía, el segundo en la serie sale en septiembre. Estaremos al pendiente.


martes, 26 de abril de 2016

La Islandia superatea

Hace un par de días vi una noticia que llamó mi atención por un momento pero no le di mucha importancia. La noticia era que en Islandia, el 100% de la población menor a 25 años es atea. Esto se hizo mediante una encuesta.

Se me hizo un número bastante alto, así que me puse a rascarle un poquito más y me encontré que la encuesta no preguntaba directamente a los encuestados si eran ateos o no, sino que había una pregunta que estaba mal planteada como para asumir por medio de la respuesta si la población es atea o no.

La pregunta de opción múltiple era: ¿Cómo crees que se creó el mundo? Las opciones eran:

1.       El mundo comenzó con el Big Bang
2.       Dios creó el mundo
3.       No sé / No tengo una opinión
4.       Algo más

Aparte, se les ofreció a las personas escribir otras respuestas más personales y mucha gente lo hizo. Sería interesante saber qué escribieron.

El sacerdote Gunnar Ingi Gunnarsson dice: «Me considero un cristiano conservador, pero también creo en la teoría del Big Bang, ¿cómo es posible responder esa pregunta?» Tiene razón.

Aunque la hipótesis de un ateo bien pudiera ser «si eres creyente, no puedes creer en el Big Bang», la práctica nos indica que hay muchas personas que son creyentes y creen en las Teorías científicas del Big Bang o la Evolución y contestar la pregunta con la opción (1) no necesariamente indica que estamos hablando con un ateo.

Es bien conocido que Islandia tiene un buen porcentaje de población que son ateos. En 1996, el 87% de los islandeses decían ser «religiosos» y el 13% «no religiosos» o «ateos». En el 2012, la categoría «religiosos» cayó al 57%, mientras que el 31% decían ser «no religiosos» y el 10% se definían como «ateos». Una gran diferencia.

El caso de Islandia es interesante. La Iglesia era la dueña del 70% de la tierra en Islandia, la cual cedió al estado en intercambio de que les mantuvieran monetariamente a los sacerdotes y de acuerdo a lo que he leído, la secularización va muy bien encaminada.

La encuesta también mostró que el 72% de la población quiere una verdadera separación Iglesia-Estado, y como la encuesta la organizó la Asociación Ética y Humanista Islándica, muchos la ven como una presión política para realizar esta separación.

He visto algunos memes en donde se menciona que Islandia o Suecia tienen un buen porcentaje de ateos y que la vida es mucho mejor que otros países bastante religiosos, el crimen es bajo, la seguridad social es alta, y cosas de ese tipo. Y el meme pregunta, ¿en dónde está la vida de pecado y destrucción que mencionan los religiosos? Es un buen argumento para atacar la generalización de que solo la religión hace persona buenas, pero nada más. El ateísmo en mi opinión no es una vacuna que previene que creas otras tonteras o que seas ojete. En el viejo foro de Ateísmo desde México había un ateo que creía en el Karma, jojojojo.

No sé si haya grupos ateos que se hayan agarrado de este estudio para «presumir» que el ateísmo es la onda (aunque no lo dudaría), pero estas encuestas (así como en todo) hay que cuestionarlas y ver si tienen un trasfondo o una agenda, lo cual en este caso se ha confirmado.

Lo más relevante es que Islandia niega la existencia de dioses, pero no de duendes, trolls ni del Monstruo Volador de Espagueti. Aunque este último, todos sabemos que sí existe.

Ramén.