jueves, 18 de diciembre de 2014

Nuevo proyecto: Materia Gris

Uno de mis objetivos que quería realizar antes de que finalizara el año era crear una página web para divulgación de escritos de ciencia. Lamentablemente no pude realizarlo debido a otras prioridade$, sin embargo, tomando ventaja de Facebook creé la página Materia Gris.

https://www.facebook.com/materiagrisciencia

En esta página lo que busco es compartir enlaces de ciencia, escepticismo, pensamiento crítico, ateísmo, y puntos circunvecinos para tener un conglomerado de escritos que considere interesantes o estimulantes.

La página no es con fines de lucro, es solamente un esfuerzo mío por divulgar escritos.

Otro de los objetivos de la página es que los escritos sean en español. Sí, hay muy buenas páginas de divulgación en inglés, y también hay muy buenos divulgadores de ciencia en inglés, pero, lo que quisiera es tener este conglomerado en español para un mejor entendimiento y darle difusión a divulgadores de habla hispana.

Espero que la página sea de su agrado, y, lo único que tienen que hacer es darle “me gusta” y ya con eso están inscritos.

Saludos, y los veo por Materia Gris

https://www.facebook.com/materiagrisciencia


domingo, 14 de diciembre de 2014

Sobre el doctor Matt Taylor, la doble moral, y la camisa infernal.

Ya es bien sabido en los círculos de ciencia sobre Rosetta y su aterrizaje en un cometa. Sin duda, un hecho histórico que marca a la humanidad. Sin embargo quiero hablarles sobre el doctor Matt Taylor y su camisa infernal, que de cierta manera, opacó las luces de ese suceso en buena parte.

Yo cuando vi la transmisión de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) sobre el aterrizaje, me llamó la atención el doctor Matt Taylor y sus tatuajes que cubren sus dos brazos, lo primero que pensé fue “Chido”. ¿Por qué “chido”? Porque la ESA demuestra que no tiene prejuicios sobre su personal. El doctor será un poco extravagante (como muchas personas) pero lo que importa es su cerebro, su conocimiento, sus ganas de trabajar, y lo que él pueda aportar hacia misiones costosas, de mucha importancia, y de gran relevancia para la humanidad.

Sin embargo, hubo personas que le hicieron un “zoom moral” a la camisa hawaiana que optó por ponerse ese día. Una camisa que causó que mi politicocorrectómetro explotara con el hashtag llamado Shirtstorm (juego de palabras en inglés, porque Shitstorm significa que ocurrió un pedote).

La camisa del infierno que el doctor Taylor portaba fue un regalo de una amiga de él, amiga mujer femenina portadora de una vagina que se la dio para que se la pusiera precisamente el día del aterrizaje y él se la puso.

Ésta es la camisa:



La camisa tiene caricaturas de mujeres entre medio heroínas o no sé cómo definirlas, que andaban en top, con armas, y cosas así, y el Twitter, literalmente explotó.

Que si fue una mala decisión llevar esa camisa, que si es un misógino, que si no tiene respeto por las mujeres, que sin no me importa que haya aterrizado una nave en un cometa, la camisa es excluyente, y un largo etc. Muchas personas declaraban que ese tipo de camisas “eran ofensivas para las mujeres”, a ver, ¿para TODAS las mujeres, o es ofensivo para ti? Creo yo que es importante aclararlo porque, son de esas cosas en las que hay muchos grises. Analicemos.

¿Quién define qué es una vestimenta “aceptable”? Hay compañías que tienen códigos de vestimenta. Hay algunas que hasta tienen catálogo de ropa y solamente se les permite a los empleados llevar esa ropa a trabajar. Existe el famoso “viernes casual” en donde los empleados de van “de vestir” de lunes a jueves, y el viernes pueden llevar mezclilla y tenis, están los encorbatados de los bancos, y cosas así. Esto es respetable si la compañía decide algo así, a final de cuentas ellos son los dueños del changarro y es juicio del personal escoger trabajar en esas compañías si es que no les parecen esas normas. Por lo que vi, la ESA no tiene código de vestimenta ya que a los científicos no se les ve algún patrón de ropa, probablemente lo hay. No lo sé. Pero juzgando a como se viste el dr. Taylor, no lo creo.

¿A alguien se le ocurrió pensar que el dr. Taylor ha vivido en países mucho más desarrollados en Derechos Humanos y que no se ve mal en otros lados portar camisas de ese tipo? ¿Alguien lo conoce personalmente como para llamarlo misógino? ¿Alguien ha tenido contacto con él como para decidir por él si tiene algún problema con las mujeres por el simple hecho de ser mujeres? ¿Alguien sabe cómo trata a su madre, hermana, primas, amigas? ¿Tenemos realmente los datos, evidencia, y sobre todo, tenemos el juicio moral y la espada de la justicia como para emitir ese tipo de juicios hacia alguien prácticamente desconocido? Personalmente creo que la explosión de comentarios negativos fue totalmente exagerada y sin fundamentos.

Vámonos a otro ejemplo, con otra camiseta del infierno. Pero en este caso, involucró a las amigas de Skepchick.

Esta camisa se vendía en JC Penney (tienda famosa de ropa). Traduzco: soy demasiado bonita para hacer tarea, así que mi hermano la tiene que hacer por mí.



El mensaje de la camiseta es bobo, sin embargo, se pidió que se retirara del mercado. Aquí la entrada de Skepchick al respecto. Así comienza: “Las niñas odian aprender. Y les encanta ser bonitas. Y son unas perras flojas. Afortunadamente, hay niños. Los niños son inteligentes. Y a los niños les gustan las niñas bonitas. Así que los hermanos hacen la tarea de las hermanas y los niños hacen las cosas que dejan aprendizaje y las niñas pueden bailar para Justin Bieber. Fin.”

Otra joyita. Más adelante en la entrada: “Nunca es muy temprano para llevar el mensaje que las niñas bonitas son unas insípidas putas inútiles y que las feas son aburridas… y peor, inteligentes”.

Diossssss. ¿En serio? ¿Todo eso ven en el mensaje de la camisa, de verdad?

Regresando a la camisa del Dr. Taylor, el reputado popularizador de ciencia Phil Plaint (The Bad Astronomer) cayó en lo mismito que las Skepchick, diciendo:

Así que, sí, solamente es una camisa.
Y solamente es un comercial.
Es solamente un dicho.
Es solamente un show de TV
[…]
Es solamente una muerte por 1000 cortadas.
¡¿Eh?! ¿Neta?

Yo no sé si tenga yo una falta de sensibilidad hacia temas feministas, pero en serio que yo no veo eso que dicen las de Skepchick ni lo que dice Plait. Está totalmente fuera de contexto, en mi opinión.

Lo que yo creo que sí cae en lo ofensivo, es que reputados popularizadores de ciencia caigan en falacias como escoger solamente argumentos o ejemplos que hagan más fuerte tu argumento ignorando los demás (cherrypicking) porque hay que decirlo, hubo mujeres que salieron a defender al Dr. Taylor pidiendo que las feministas le bajaran dos rayitas a su mame, y ninguno de estas personas tuvieron la delicadeza de mencionar estos comentarios o siquiera tomarlos en cuenta. Hubo falacias de plano inclinado (slippery slope) como las conclusiones que sacaron en Skepchick y Plait en donde exageran en varios ordenes de magnitud el simple hecho de una mensaje o una foto contra una supuesta consecuencia fatal que va a ocurrir.

En mi opinión, emitir juicios sin tener los datos necesarios, sobre todo como para destruir la reputación de una persona desde la comodidad de tu sillón, que ni siquiera conocen ni que saben (ni entienden) lo que hace, es totalmente deplorable. Vamos, este tipo de personas se basan en datos para decidir y que al menos se espera que no tengan vacas sagradas (lo cual es casi imposible).

¿Qué pasó después? El Dr. Taylor salió a disculparse por todo lo que había ocasionado, su cuenta de Twitter ya no es la misma, antes contestaba preguntas a cualquier persona, ya casi no hay movimiento. Y bueno, la amiga del Dr. Taylor que le hizo la camisa ya tiene sobre pedido varias órdenes por camisas similares. Qué bueno.

Conclusión
Con este escrito no quiero minimizar el movimiento feminista. Es cierto, hay problemas de sexismo en ambientes de trabajo, hay problemas de machismo en el hogar y en los trabajos, hay problemas de discriminación a las mujeres, problemas serios en donde se les paga menos en los trabajos aún y cuando tienen el mismo puesto que un hombre y sí, esto hay que combatirlo y pelear hasta el cansancio por la equidad, aún y cuando esta discriminación venga también de las propias mujeres en puestos de ciencia. Pero esto no significa que podemos destrozar a cualquier persona que ni siquiera sabemos quién es, cómo es, y sobre todo, como si nosotros tuviéramos la dirección u obligación moral de hacerlo solamente porque se puso una camisa que “nos ofende”.

Un buen escéptico, creo yo, es aquel que tiene la sensibilidad de, al menos, leer las partes contrarias a sus argumentos para poder eliminar o evaluar sus propios sesgos y conclusiones preconcebidas y encontrar puntos en común con la otra parte, si es que los hay. No digo que estas personas no lo hayan hecho, pero lo dudo bastante por las falacias en las que caen. Incluso, en esta nota de Plait, alguien le mencionó en los comentarios que no se haga güey, que él se tomó fotos en el evento conocido como Dragon Con con algunas chavas, misteriosamente las fotos ya no existen en el post original de ese evento (y ni siquiera tuvo los huevos para decir por qué las eliminó), pero les dejo esta foto, que es del CALENDARIO SEXY que sacaba (o sigue sacando, no sé, no creo) Skepchick de científicos y popularizadores de la ciencia. A ver qué les parece. ¿A alguien se le viene a la mente las palabras “doble moral”?



viernes, 5 de diciembre de 2014

La Crisálida

Ya no quedaban muchos de ellos. Los creyentes no eran tan inteligentes, algunos sí, pero la mayoría no. Por mucho tiempo pensé que realmente era culpa de ellos el haberse extinguido. Cuando nos encontrábamos dentro de La Crisálida tuvimos mucho tiempo para meditar. Muchas de las cosas que discutíamos los pocos que habíamos ahí (digo pocos entre comillas porque éramos miles, 17,346, para ser más exactos) era que cómo era posible no asustarse viendo el meteoro acercarse a toda velocidad y aun así creer que una fuerza superior nos iba a salvar. Supongo que Darwin atesora a los más preparados.

Aún recuerdo la noticia. Al principio no era una amenaza, al menos eso se pensaba, pero El Espacio… el maldito Espacio es tan traicionero.

Por azares del destino (o ya ni sé si sea azar. Siete años y medio encerrados te hacen dudar hasta del azar del Universo) esa bola de lumbre cayó. Solo vimos el fuego acercarse en unas pantallas, y después de eso, sentimos el vibrar de la Tierra. No más. Fue nuestro último contacto con el exterior.

En algunas ocasiones nos preguntábamos si La Crisálida iba a aguantar el impacto. ¡Mierda!, quién no se va a preguntar eso cuando es tu último pedazo de salvación. Pero era nuestra única esperanza. Aunque no sé si llamarlo esperanza cuando la ingeniería y la imaginación de los mejores calculaba que era un hecho que íbamos a sobrevivir. Pero pues ejemplos de excelente ingeniería tirada a la basura hay por muchos lados, incluso en el mismo fabricante de La Crisálida.

Pero pues era lo que había. No había más. Este país fue de la manera en que se preparó, y le resultó. Aunque los resultados no fueron lo esperado. Me refiero a que, millones de vidas se perdieron, supongo. Otros países hicieron lo suyo. No sé si fueron exitosos.

Yo siempre he sido escéptico, pero no era tan cínico como ahora. Aunque los dos conceptos muy seguidamente van juntos. Cuando propusieron la primera selección de los elegidos, no fue fácil digerirla, ¿qué se espera de una propuesta hecha por políticos en donde no hay científicos? Proponían que, solamente científicos sobrevivieran para que poblaran de nuevo el mundo con su intelecto y con su gran capacidad. Chingado. A quién se le ocurre que un montón de nerds se van a reproducir. ¿Y luego si alguien era gay y no había salido del closet? ¿Se iba a querer reproducir? ¿Se sacrificaría por el bien de la humanidad?

Realmente los requisitos fueron bastantes, entre ellos: heterosexuales solamente, en edad de procrear, científicos, que no tuvieran antecedentes en familiares de diversas enfermedades, de familia longeva, los hombres con un buen conteo de espermas, las mujeres fértiles, sin aparente problema de procrear. Y miles de cosas más. Me faltó aclarar que la propuesta fue como la décima. Es difícil pensar que quien estaba haciendo la lista tenía que tener cordura puesto que ellos no iban a ser incluidos.

Esta fue la manera oficial. La del gobierno. No faltaron los ricos en hacer sus propias crisálidas, hubo un par que quería hacer una solamente para ellos y su familia, obviamente incluyendo servidumbre. Pero los rumores dicen que fueron invadidos por gente que también quería sobrevivir. Al parecer la servidumbre fue la que esparció el rumor, y se unieron para que el día que iban a cerrar las puertas, se metieran a la fuerza. Los rumores dicen que hubo disparos. Ya no se puede confiar en la servidumbre. Hay más historias sobre otras construcciones, pero no sé qué tan ciertas sean.

Nuestra Crisálida estaba fortificada, con muros altos, torres de defensa, soldados, aviones de caza, tanquetas, armas, municiones… muchas municiones. No se esperaba que los soldados nos fueran a proteger de la muchedumbre, pero lo hicieron. Mancharon sus manos de sangre. Cuando se cerró la puerta, ya no había atrás. Nadie podía entrar. La mayoría nos quedamos juntos, algunos en posición fetal, algunos tomados de la mano, algunos solitarios con su mente vagando no sé en qué parte. 17,346.

Los primero meses fueron los más difíciles, lógicamente. Algunos no daban crédito todavía. Pero parte de nuestro trabajo era animarnos, sacarnos de los pensamientos y lágrimas, y empujarnos hacia la meta común. Los humanos siempre tenemos la meta de sobrevivir, pero ¡carajo!, no en estas condiciones.

La Crisálida, aparte de ser nuestra cápsula de salvación, estaba cubierta con una especie de cúpula que la protegía. Fuera de La Crisálida había cámaras, robots, antenas, filtros, sensores de temperatura, humedad, y muchas cosas que, al pasar 10 años, se iban a activar de nuevo. Al abrir la cúpula, estos instrumentos quedarían al aire libre para tratar de comunicarnos y medir nuestro entorno. La cúpula también tenía los mismos dispositivos, sin embargo, todos se jodieron, con excepción de una cámara que nos transmitía el exterior. Sin embargo, la imagen siempre ha estado negra. Siempre. La pantalla sirve, puesto que la probamos con otro dispositivo dentro de La Crisálida, pero suponemos que el polvo no ha bajado. Hace como un año, un equipo de quince personas salió de La Crisálida al espacio entre ésta y la cúpula para asomarse por las ventanas. Todo negro. Encontraron el cuerpo de uno de los soldados, el que cerró la puerta de la cúpula. Supongo que quiso entrar en La Crisálida pero como no se abre por fuera, no pudo, y nosotros no lo escuchamos. Encontraron casquillos y unos hundimientos de bala en la puerta de acero de La Crisálida, pero se gastó todas las balas, no dejó una para matarse. Murió de hambre.

Entre nosotros había muchos astronautas. Su experiencia en la Estación Espacial Internacional nos había ayudado a sobrevivir. Ellos fueron los que primero fueron escogidos. Aunque algunos, se quedaron en el Espacio para ver el evento desde allá. La última misión que fue a la Estación que iba a recoger a los astronautas, también llevó unas pastillas para dormir. Yo creo que yo hubiera hecho lo mismo. Un boleto para un asiento delantero para ver la destrucción de tu planeta no te lo venden todos los días.

Siete años y medio después, ya no somos los mismos que estábamos al inicio. Los dormitorios estaban aislados. Todos dormíamos casi amontonados. Desafortunadamente tuvimos una fuga de dióxido de carbono que mató a casi todos mientras dormían, solamente quedamos nueve, los que estábamos de guardia fuera de los dormitorios. Entre esos nueve está mi hijo de tres años. Ocho adultos y un menor no son como que el mejor equipo para repoblar la Tierra.

Lo difícil fue decidir qué hacer con los cuerpos. La primera idea fue poner a todos en el espacio entre La Crisálida y la cúpula. Pero no iban a caber. Aparte, ¿cómo íbamos a salir después cuando fuera hora de salir con el montón de cuerpos estorbando? Terminamos por decidir en dejarlos en los dormitorios. Después de arreglar los ductos del dormitorio, sellamos la puerta principal de los dormitorios y los dejamos ahí, inertes. Pudriéndose. Todos y cada uno.

Perdimos mucho conocimiento con los muertos, muchos no sabemos operar todo el equipo de La Crisálida. Aunque uno de las actividades consistía en entrenarnos unos a otros en nuestras áreas de expertise, necesitamos a los expertos. Nos quedamos yo, que soy microbiólogo, dos farmacéuticos (uno con diabetes), dos matemáticas, una geóloga, un filósofo, y mi hijo. Ni un pinche ingeniero. En estos momentos realmente me estoy preguntando quién chingados aprobó que vinieran los filósofos. Pero no tengo a quién reclamarle. A lo mejor sí tengo, pero no lo voy a poder hacer porque nunca lo voy a conocer.

Solamente estamos esperando, sobreviviendo. Como podemos. Tratamos de abrir la puerta de La Crisálida para salir pero está descompuesta. Varios de nuestros equipos ya no sirven y no hay nadie que los pueda reparar. Estamos contemplando un suicidio en grupo, pero es fácil decirlo porque los demás no tienen a su crío con ellos. Aunque, para ser sinceros, no es justo que me ponga así porque todos perdieron al suyo en los dormitorios.

Supongo que la salida “fácil” será que alguien le quite la vida a mi hijo para no tener que hacerlo yo. Lo tendrían que hacer cuando yo ya me haya ido. Trataré de convencer a alguien.

Hay mosquitos. En mi vida pasada odié los mosquitos. Ahora, ya dejo que se atraganten de sangre y que queden bien panzones. ¿Ya qué?

En el tablero principal hemos dejado las bitácoras de estos siete años. No es mucho. Los primeros tres años tienen mucha información. Después, a medida que el autoestima fue bajando dejamos de actualizarlas tan seguido.

Espero que alguien encuentre este escrito, mi letra no es la mejor, pero ya nadie tiene ganas ni de dejar una nota. Solo espero que la encuentren, si es que pueden abrir la puerta de la pinche crisálida.