Hay de charlatanes a charlatanes. Hay unos que son chistosos y ridículos, como el brujo mayor. Hay otros que viven en otro planeta lo cual hace que uno los vea… como si verdaderamente fueran de otro planeta, así como Jaime Maussan. Estos dos no son tan peligrosos, si acaso lo que se les puede achacar – sobre todo a Maussan – es enviar mensajes conspiranóicos e información totalmente equivocada.
Pero hay charlatanes peligrosos, y me refiero a un grado de peligrosidad a nivel de salud mundial. Hablo específicamente de Andrew Wakefield.
Andrew Wakefield es un doctor (aquí cabe la máxima “lo doctor no quita lo pendejo”) que, junto con otros doctores, en 1998 publicó un estudio de 12 niños (¿12? ¿Nomás?, reducción de costos, supongo) a los cuales asociaba una liga entre la vacuna triple viral (SRP, Sarampión, Rubéola y Parotiditis, o MMR, en inglés) y el autismo. El artículo se publicó en The Lancet.
Para el 2010, un periodista, Brian Deer hizo su tarea de investigar a Wakefield, y esto terminó en que The Lancet removió el artículo debido a que tenían preoupaciones éticas por los métodos de Wakefield. Hasta aquí, todo pareciera que Wakefield, en su afán de “científico” hizo una relación, pero esta fue desmentida.
El problema viene en que, el estudio de Wakefield despertó una serie irracional de temor hacia las vacunas en el Reino Unido, y en Estdos Unidos. Como consecuencia, grupos como Age of Autism o Safeminds fueron creados, aumentando la propaganda del miedo a las vacunas y desparramando información errónea al público en general.
Los proponentes de este movimiento tienen como defensa algo que es llamado siempre que hay conspiraciones en cuanto a la salud, el movimiento de Big Pharma (o la Farmafia, como dice @rolanddt de Lógica Difusa).
El miedo irracional se tradujo en que los padres no quieren vacunar a sus hijos por el temor de que tengan autismo, como consecuencia. Lo cual, es una desgracia porque, enfermedades que parecían controladas, surgen de nuevo como la tos ferina y el sarampión).
Estos grupos tienen en su haber un conteo de muertitos. Es difícil imaginar que agencias de salud no tomen acciones en contra de estos charlatanes.
Sin embargo, el periodista Brian Deer (al cual se le debe dar crédito por su excelente labor periodística de 7 años en este caso) destapó una cloaca con respecto a la publicación original de Wakefield (ya quisiera un periodista así para que investigara el detector molecular, no como este señor Santos Mondragón de Televisa).
Comod dije, The Lancet, removió el artículo de Wakefield en febrero del 2010, diciendo que había preocupaciones éticas. Pero ahora se descubre que, no solo hay mala ciencia, sino que hay datos falsos, malas interpretaciones, información torcida para lograr intereses personales, mentiras, los sujetos de prueba fueron escogidos especialmente, no fueron al azar, no hubo controles negativos, algunos ya mostraban carácterísticas del autismo, algunos lo desarrollaron meses después de la vacuna. No solamente se ve una mala ciencia, sino que esta fue deliberada. Qué peor que un charlatán, con los medios, y con una agenda específica. Qué asco de cabrón. El movimiento Age of Autism, y el propio Wakefield acusan a Deer de estar vendido con la Farmafia. Típico.
Todo esto no ha detenido al movimiento anti-vacunas, por el contrario, Wakefield ahora es considerado como la víctima de la Farmafia, como un verdadero mártir.
¿Por qué me interesa esto? A final de cuentas, tiene un impacto tan profundo aquí.
No sé a qué se deba pero, somos propensos a copiar pendejada y media de los vecinos del norte (no fuimos a la luna, la conspiración del 11 de septiembre, etc), no es por echarles tierra, conozco un buen de gringos por mi trabajo y mi cercanía con ellos y tengo buenos camaradas, pero, de que hay lunáticos los hay.
Es importante aclarar que las vacunas, como toda droga, no son 100% seguras ni efectivas. Un mal pinchazo, una choque anafiláctico por desencadenar una alergia, una dosis equivocada, un buen número de riesgos que se toman al recibir una inyección. Sin embargo, todo esto está sometido a regulaciones, prácticas y entrenamientos que, no son 100% seguras, pero sí se trata de serlo y, es lo mejor que tenemos al momento.
Es un hecho que dejar de vacunarse es un riesgo mundial, no hay mejor método de prevención de infecciones, que las vacunas. Método que, no debemos abandonar, si no, las consecuencias son severas.
No es suficiente el hecho de que Wakefield falsificó su estudio para desechar la liga entre autismo y las vacunas. Ha habido una cantidad importante de estudios que confirman que no hay tal correlación. Orac, del excelente blog Respectful Insolence (a lo mejor no saben pero, Orac es David Gorski, de Science Based Medicine, otro chingón blog de medicina) tiene en sus entradas una buena cantidad de información de estos estudios. Si tienen chanza, vale la pena echarles un lente.
Ha de ser difícil tener un hijo con autismo, ha de ser desesperante. Pobres chamacos y pobres los padres también. Son una población susceptible a emociones y a querer buscar una respuesta a la enfermedad, la cual, al momento no tiene cura. Fácilmente se puede caer en la trampa del movimiento anti-vacunas, pero no queda más que educar y decirlo claramente. Al momento, la mejor información con la que se cuenta nos dice que no hay una liga entre el autismo y las vacunas preventivas de enfermedades.
Esperemos que este movimiento no llegue a tener las mismas consecuencias en México que las que ha tenido en Estados Unidos y el Reino Unido. Y digo esto porque, de acuerdo al estudio publicado en El Universal, los mexicanos le temen a los científicos. Un padre desesperado por encontrar respuestas, mas el miedo a la ciencia, caes casi automáticamente en las manos de charlatanes, como los proponentes de Andrew Wakefield. Aunque, las estadísticas muestran que México es mucho más efectivo que EEUU cuando se trata de inmunizar a los niños. Según este artículo, México inmuniza al 96% de los niños de entre 1 y 4 años de edad, mientras EEUU logra el 79% a los niños de 2 años.
Lo que mas me desespera del asunto es, por supuesto Wakefield, pero, las autoridades tan blandas que hay. No solamente aquí, sino en varias partes del mundo que dejan que charlatanes de este vuelo literalmente se lleven gente a la tumba. ¿Cómo cambiar eso? Esa es la pregunta del millón.
De los 12 co-autores del artículo original en The Lancet, 10 autores han pedido que se remuevan sus nombres, a Wakefield se le retiró su licencia de médico en el Reino Unido, ha sido brutalmente apaleado por los blogueros, y en CNN, Anderson Cooper le puso una verdadera madrina. Sin duda, este es el tiro de gracia para Wakefield, lamentablemente eso no va a detener al movimiento anti-vacunas, que tanto daño han hecho.
Aquí el video de Anderson Cooper.
De la página del señor Brian Deer, tomé esta cronología de hechos de cómo le fue hundiendo la daga a Wakefield. Chulada de pela'o.
Expounded and exposed: the rise and fall of the MMR crisis
October 1988: MMR triple vaccine, containing attenuated live measles, mumps and rubella viruses, is launched in the United Kingdom, after successful use in America since 1971
February 1996: A solicitor, Richard Barr, hires Andrew Wakefield at £150 an hour to support a planned legal attack on MMR jab manufacturers. Not publicly disclosed
June 1996: Wakefield and Barr ask the UK Legal Aid Board for money to show a link between MMR and a "new syndrome" of autism and bowel disease. Not publicly disclosed
July 1996: First autistic child admitted to Royal Free hospital for research project. Of the 12 in the study, most are Barr and campaign contacts, and 11 will turn out to be litigants
June 1997: Wakefield files for a patent on his own supposedly “safer” single measles jab, and for miracle products to treat autism and bowel disease. Not publicly disclosed
February 1998: The Lancet publishes the paper proposing link between MMR, and a "syndrome" of autism and bowel disease. Wakefield makes no disclosure of his interests
January 2001: The Daily Mail and other newspapers launch campaigns backing Wakefield after he publishes a “review” of his evidence and [repeats] calls for single vaccines
December 2001: Prime minister Tony Blair is ambushed by Wakefield supporters with allegations that his youngest son, Leo, did not have MMR. The claim turns out to be untrue
January 2003: Vaccination among two-year-olds falls to 78.9%: below the 92% needed to protect the population. Figures in parts of inner London are half the national rates
February 2004: The Sunday Times reveals Andrew Wakefield’s legal funding and the children’s litigant status. The revelations are greeted by a media firestorm and public anger
February 2004: Dr Richard Horton, editor of The Lancet, describes the original February 1998 paper as “fatally flawed” and apologises for publishing it in the journal
March 2004: Ten of the 1998 Lancet paper’s 13 authors, excluding Wakefield, retract their previous claim of possible MMR-autism link set out in its conclusions, or "interpretation"
November 2004: Brian Deer's Channel 4 investigation reveals Wakefield’s single vaccine patent claims and commercial interests, and that measles was not found in the children
January 2005: Wakefield starts libel lawsuits against Brian Deer, The Sunday Times and Channel 4 Television, claiming that all allegations against him are false and defamatory
March 2005: Scientists reveal that, after MMR was discontinued in Japan, the incidence of reported autism continued to rise at a similar rate to countries using the three-in-one
April 2006: The Sunday Times reports that a 13-year-old boy had become the first person in the UK in 14 years to die from measles. Meanwhile, measles outbreaks rage
December 2006: The Sunday Times reveals details of Wakefield's personal funding from the lawyer - £435,643, plus expenses, or £150 an hour - to sustain a speculative lawsuit
January 2007: Wakefield abandons his three libel actions, and agrees to pay the defendants' costs, later sending Brian Deer a cheque to cover the defence of this website
July 2007: GMC opens professional misconduct case against Wakefield and two other Royal Free colleagues concerning their research on and treatment of the Lancet children
February 2009: The Sunday Times reveals how Wakefield rigged the Lancet research. He denies fraud, files and then abandons a complaint with the UK Press Complaints Commission
February 2009: Three test case judgments for 5,000 claims are handed down in US federal court rejecting the allegation that MMR can cause autism, and lambasting Wakefield
January 2010: GMC panel gives findings from its misconduct hearing for Wakefield, John Walker-Smith and Simon Murch over their Lancet research and treatment of children
February 2010: The Lancet retracts Wakefield's 1998 MMR-autism research paper. The journal's editor describes aspects of it as "utterly false", and says he "felt deceived"
February 2010: Wakefield is ousted by Thoughtful House, in Austin, Texas, which, in a terse statement, says "we fully support his decision to leave" his $280,000-a-year post
May 2010: After a 217-day inquiry, the General Medical Council tribunal orders Wakefield and former accomplice Prof John Walker-Smith to be erased from the medical register
January 2011: In an editorial, BMJ, the British Medical Journal, calls the fraud and publishes "Secrets of the MMR scare", a series by Deer revealing the scandal in new detail.
Tú eres un farmafioso (está bueno el término en español), ya que trabajaste en una empresa de antibióticos... ;-P
ResponderEliminarLo que es muy importante hacer a la hora de usar las vacunas o cualquier otro tratamiento es un análisis costo-beneficio, o un análisis de riesgo (no sé si sean la misma cosa, si son versiones diferentes de un principio subyacente o si nada que ver; si alguien sabe de eso, que me corrija), ya que todo tratamiento médico, hasta tomar una aspirina o recibir una inyección de penicilina en la nalga conlleva un riesgo. Aquí hay que ver lo que hay que ganar contra lo que hay que perder. En el caso de las vacunas, tenemos por ganar protección para niños y adultos contra enfermedades muy peligrosas, a veces mortales, a veces discapacitantes, y lo que hay que perder es en una muy pequeña proporción de los casos, alguna reacción adversa. Si no se vacunara, sería mucho mayor el número de niños dañados por las enfermedades que el número de niños afectados por reacciones adversas cuando sí se vacuna. Hasta ahora no se sabe por qué algunos niños manifiestan esas reacciones adversas, por lo que se agarra parejo, pero con los avances de las ciencias médicas, acabará por saberse y entonces, con regímenes o vacunas especiales, se eliminará hasta esa pequeña proporción de riesgo.
Y sí, a Orac lo "outearon" como David Gorski. Lo curioso del caso es que mientras David Gorski es muy propio, Orac es muy canijo y burlón. Eso de las personalidades secretas resulta útil no sólo para los súper héroes.
Magufán y similares sí tienen una faceta peligrosa: tienen mucho público y promueven la desconfianza hacia la ciencia. En el caso particular de Magufán, la cosa se ha vuelto aún peor, pues ahora le ha dado por promover en su programa a curanderos con "terapias alternativas" y habla pestes de la medicina científica.
Por alguna razón, el comentario de Hereje Blasfemo no salió, pero sí se me grabó en el correo. Supongo que es porque le agregué un buen a la entrada después de publicar la original.
ResponderEliminarEste tipo debería estar entre rejas por delito contra la salud pública. En mi tierra, por llevar cierta cantidad de mota, ese es el delito tipificado para tener hasta pena de cárcel, aunque sea para consumo propio.
También habría que ver en qué coño estaban pensando los revisores del artículo de The Lancet y cuántos grados de alcohol en sangre llevaban los 10 autores que se han retractado cuando este impresentable les sugirió la idea de firmar el artículo... Supongo que pudo más entonces lo de "publica o muere" >D.
Lo mejor que tenemos hasta el momento contra las enfermedades infecciosas, no solo son las vacunas; también se necesita ante los brotes, bien por mutaciones, bien por estupidez, la detección temprana y la respuesta rápida, el aislamiento del brote.
Y, además, ¡qué manía! Pero en qué cabeza cabe que la Farmafia viva de matar o enfermar a sus clientes. En todo caso, ocultar cagadas para que no les salpiquen en sus beneficios, retirar un producto defectuoso del mercado y poner uno que sirva a precio de oro. Nadie ha dicho nunca que sean todo un ejemplo filantrópico, pero decir semejante memez de que comercializan productos mortales, no tiene precio.
Y la paliza del Cooper, monumental, aunque yo hubiera evitado ese tono posicionado; solo con lo de "lea mi libro", ya es para descojonarse.
A veces Blogspot/Blogger elimina comentarios cuando son un poco largos. Pero a veces hay otros criterios insondables. Lo peor del caso es que no tienen atención al usuario para resolver broncas, sino que lo mandan a uno a un foro de ayuda a ver si algún otro usuario se digna a echarle la mano.
ResponderEliminarY, respecto a las motivaciones de Wakefield, una que ni tú, Adrián, ni los comentaristas hemos mencionado, fueron intereses monetarios, como lana para ganar un juicio (ver este link) y que él estaba desarrollando una vacuna substituta contra el sarampión, que le interesaba promover.
Y lo que dice Hereje Blasfemo respecto a los "delitos contra la salud" no se me había ocurrido, pero es cierto, las leyes penalizan y el gobierno persigue a quienes deciden utilizar cierta substancia bajo su propia responsabilidad, como adultos, y en cambio se hacen de la vista gorda con los que engañan y afectan la salud de cientos o miles. Decía mi profesor de química analítica: "como México se escribe con 'X'"... es decir, con la incógnita, casi cualquier cosa puede suceder.
Es cierto, Ribozyme. No lo mencioné. Es curioso cómo él culpa a la Farmafia de conspiraciones, pero el mismo quería promover una nueva vacuna, supongo que lo quería hacer con la Farmafia. Si no estás conmigo, estás en mi contra.
ResponderEliminarYo no sabía que Magufán había “expandido sus horizontes”. No sé por qué no me extraña.
En cuanto a lo que comenta Hereje Blasfemo, es por eso que puse en la entrada que, esa es la pregunta del millón. Una cosa es pensar que las vacunas causan el autismo, pero otra muy diferente es el andar promoviendo esas idioteces. Las autoridades de salud deberían frenar eso, aunque como consecuencia tengan que sufrir críticas de que están pagados por la Farmafia.
En cuanto a lo que mencionas de los estudios costo beneficio. Supongo que debe haber regulaciones al respecto. Las técnicas de análisis de riesgo no están tan ligadas a lo que mencionas, al menos las que conozco yo y sobra decir que mi conocimiento es limitado, solamente se enfocan por ejemplo a los riesgos del paciente y de ahí se toma la decisión de retirar productos del mercado o hacer los llamados Field Corrective Actions. Supongo que debe haber algo de regulaciones a nivel de costo-beneficio para salud de la población, y a lo mejor debe ser algo específico a la industria, no conozco nada, pero suena interesante.
Y sí, yo recibí sueldo de la Farmafia… al igual que tú. :P También podemos decir que trabajábamos haciendo drogas.