martes, 30 de noviembre de 2010

Megido, sujeto a la ciencia

¿Hay historias en la Biblia que sean reales?

Según la revista Nature, unos químicos ayudan a unos arqueólogos a probar una historia bíblica como verdadera. El lugar se llama Megido y es en donde se supone que se va a acabar este planetita, cuando venga el Apocalipsis.

La pregunta es, si Megido, en Israel, es verdaderamente la ciudad que gobernaban David y su hijo Salomón, así como viene en la Biblia.

El artículo muestra cosas interesantes, y casi no menciona la parte bíblica. Dice que por primera vez, los arqueólogos trabajan simultáneamente con químicos y físicos nucleares para tener resultados rápidos en cuanto a la datación y el uso de espectrómetros, por ejemplo, para obtener las “firmas infrarrojas” de las capas minerales. En otras palabras, los otros científicos ahora sí que tienen “las manos en la masa”. La compactación de instrumentos y los avances de la ciencia en cuanto a tecnología ha hecho los equipos más amigables y más transportables, lo cual siempre es buena noticia.

Los arqueólogos dicen que ellos no siempre tienen las respuestas, y que en ocasiones, las preguntas y las sugerencias de, hacia dónde ir, no solamente viene de ellos, sino de los químicos y físicos. Me da la impresión que se rompen paradigmas en ambos “bandos”, unos aceptan cooperación externa, los otros se llenan de tierra las rodillas, todo sea por un buen descubrimiento. Da la impresión de una marcada tendencia a decir “los químicos al laboratorio y los arqueólogos a la tierra”.

Lo que es criticable del artículo, que lo más probable sea semántico, es que lo escriben de manera que a los arqueólogos no los llaman científicos, sólo a los químicos y los físicos, como bien dice el único comentarista.

En el artículo no vienen muchos avances de las excavaciones, más que jarros llenos de semillas, y así, nada concluyente al momento, y aparte, es un proyecto de 5 años. O sea que, los resultados no los vamos a tener pronto.

Los líderes de la excavación son Israel Finkelstein y David Ussishkin.

Al parecer son investigadores serios, no como los chinos que andaban diciendo que Jesucristo curó una mujer de algún virus basándose en la Biblia, o los que quieren comprobar milagros. A final de cuentas, Megido existe y cuenta con historia, no solo en la Biblia.

Me imagino que los creyentes, si es que se logra demostrar que la historia bíblica es verdadera, van a estar encima de la noticia diciendo que todo lo que dice la biblia es cierto. Ya nos tocará discutir las conclusiones.

Aquí está el artículo de Nature, por si le quieren echar un ojo.

2 comentarios:

  1. Bastante interesante. Es bueno ver científicos que se ponen a ver si la evidencia apoya o rebate su hipótesis, en lugar de tratar de distorsionar los datos para que apoyen una idea preconcebida. En una ciudad tan importante, uno esperaría encontrar restos de grandes edificios (hasta las casas de adobe dejan restos, y más con el clima de Israel), cosa que no parecen haber encontrado ¿o sí? (¿la foto es del sitio de las excavaciones?). Te recomiendo mucho un libro que se llama "Secret Origins of the Bible", de Tim Callahan, que pone en perspectiva las historias de la Biblia y que muchas de las cosas en ella son claramente inventadas con propósitos políticos. Yo lo tengo en PDF, por si te interesa.

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  2. No es descabellado pensar que muchas de las historias de la biblia estén basadas en algún hecho real, de la misma manera que la guerra de Troya debe haber estado basada en algún hecho real del pasado remoto de los griegos que fue deformándose con el paso del tiempo. El descubrimiento de las ruinas de troya en 1871 no demostró que todo lo que viene en la Iliada y la Odisea sea cierto.

    Un abrazo.

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