Pero vámonos un poco hacia la historia para decirles de Julie Aigner-Clark y su esposo William Clark. En 1998 sacaron un video VHS llamado Baby Einstein. Consistía en juguetes, historias, números con música clásica. Las edades en las que se recomiendan estos videos son de 3 meses a 3 años.
Estamos hablando de un negocio de millones de dólares, con líneas de productos como: Baby Mozart, Baby Shakespeare y Baby Galileo. No tendrán un ¿Baby Jimmi Hendrix? Ese sí me interesa.
Resulta que la universidad de Washington hizo unos estudios en los que concluye que se ve un decremento en el desarrollo del habla en niños de 8 a 16 meses, pero a los dos años, el efecto negativo parece desaparecer. Otro estudio similar Tailandés muestra que no hay una correlación entre el desarrollo del habla con ver videos en televisión. Pero ningún estudio demuestra que hay una mejora.
Una nueva revisión al estudio de la universidad de Washington, concluye: no hay estudios a la fecha que demuestren beneficios asociados en infantes con ver TV a temprana edad. La preponderancia de la evidencia existente sugiere el potencial para daño. Los padres deben actuar con precaución al exponer a los infantes a medio excesivo.
En 2007, Robert Iger, presidente y CEO de Walt Disney (los ahora dueños de Baby Einstein demandó que la universidad de Washington se retractara, a lo cual el presidente de la universidad Mark A. Emmert lo mandó al diablo.
Pareciera que no hay beneficios de este tipo de productos, los cuales, en mi opinión, son dirigidos a padres que “quieren lo mejor para sus hijos”. Ciertamente se puede entender a lo mejor en padres que no tienen mucho tiempo para pasarla con sus chilpayates. Muy su problema.
La semana pasada leí ésta nota de Octubre del año pasado, que me dio mucha risa: la compañía Walt Disney está ofreciendo un reembolso para todos los que compraron los videos de Baby Einstein y no convirtieron a sus hijos en genios.
Me da gusto que, aunque no lo digan tácitamente, Walt Disney esté reconociendo que su producto no sirve.
Es mejor, en mi opinión, pasar un buen de tiempo con los niños, enseñándoles a leer, leerles cuentos, ir al parque, etc. Eso no va a ser suplantado por un video.
En serio Walt Disney me va a regresar mi dinero? (snif) :P
ResponderEliminarEn serio, como usted dice: pasar un buen tiempo con los niños, enseñandoles a leer, leerles cuentos, ir al parque, etc. Eso no va a ser suplantado por un video.
Creo que tal vez se tendía a considerar (incluso si los padres no sabían de dichas investigaciones) que esos videos (y cd's) tenían algo de funcional por el tipo de conocimiento que manejaba: música clásica, lógica, etc... algo muy culturalmente aceptable. Y un tanto snob.
Bienvenida. Einstein sigue haciendo dinero (bueno, el no, sino sus familiares o fundación). Einstein se ha convertido en algo científico/popular al que mucha gente quisiera emular. Digo, a mí también me gustaría tener ese cerebro, pero al momento de ver la etiqueta en algo comercial, hay que dudar.
ResponderEliminarSaludos,
En realidad los últimos estudios indican que la capacidad cognitiva en los niños tiene una relación proporcional con el tiempo que estos conviven con otros seres humanos, en este caso sus padres.
ResponderEliminarLo anterior estaría en concordancia con lo indicado por la piscología evolutiva, pueden imitar el comportamiento de sus padres, no el de una imagen.
Saludos.
Observando a los humanos quedó demostrado que de padres omnívoros no nacen bebés genios. De padres frugívoros, todos los hijos son genios y si reciben lactancia materna, respiran aire puro y continúan con la dieta exclusiva a base de frutas, además de practicar yoga y artes marciales orientales, jamás disminuye su genialidad. Aumenta con los años y dura toda su vida. 'Fácil' ¿NO?
ResponderEliminarLo anterior significa, sin duda alguna, que la genialidad es un fenómeno totalmente NATURAL, por lo que es muy raro hallar niños superdotados en los medios urbanos tan contaminados y con costumbres alimentarias tan bárbaras. En cambio, en los medios rurales como las aldeas de montaña o valles agrícolas, los genios abundan. La clave para salvar la Tierra es transformar ciudades en huertos.
ResponderEliminar