Ciencia básica, ciencia bonita

Ya llevo un poco menos de 14 años trabajando para empresas dedicadas a la salud. La primera, una farmacéutica (sí, a mí me pagó la Farmafia, ¿Y qué?), la segunda, mi actual trabajo, dispositivos médicos.

Ambos lugares son una buena fuente de ciencia, y si uno le rasca un poco, se puede dar cuenta de que el motivo por el cual estamos vivos y que tenemos una mejor expectativa de vida, es la ciencia básica.

En mi modo de ver (discusión bienvenida), hay dos tipos de ciencia de descubrimiento. La directa y la indirecta. La directa es la que es dedicada a encontrar algo, se me ocurren estudios del cáncer, o el caso de cómo se descubrió el virus del SIDA, en pocas palabras, ciencia dirigida. El otro tipo, la indirecta, es la que trata de estudiar algo, lo que sea, y a ver que sale. Se me ocurren los estudios de las moscas de la fruta.

Me gustaría compartir con ustedes algunos descubrimientos de la ciencia indirecta de los cuales se ha hecho toda una explotación de su potencial y que, al momento, ha ayudado a incrementar nuestras expectativas de vida.

Está por demás decir que estos ejemplos están muy ligados a mi trabajo, así que si alguien de mi trabajo lee esto, a lo mejor ya lo sabe por los cursos que imparto.

Fiebre y cangrejos

Hay que definir el término pirógeno:

Piro – fuego

Geno – agente

Los pirógenos son agentes que causan fiebre en nuestro organismo. Hay varios, pero me voy a enfocar a los que provienen de las bacterias, a las cuales se les conoce como endotoxinas bacterianas.

Una fiebre muy alta, puede ser mortal. Es por eso que los dispositivos médicos que vayan a entrar directamente a corriente sanguínea o al líquido cefalorraquídeo, es necesario que tengan una cantidad de pirógenos controlada.

Hoy en día, ya hay regulaciones que te indican cuál es el límite que debes de cumplir, dependiendo del tipo de dispositivo médico, y qué tan invasivo es. Pero vayámonos un poco en el pasado y entendamos cómo es que la técnica para medir pirógenos, tiene que ver con un cangrejo.

Ciertos tipos de bacterias (gram negativas) liberan pirógenos ya que estos pirógenos se encuentran en su pared celular y cuando las bacterias mueren, pues “el cuerpo” de la bacteria causa la fiebre.

Un tipo de nombre Frederick Bang descubrió en los cincuentas que la sangre de los cangrejos cacerola coagulaba en presencia de bacterias gram negativas, aún cuando estaban muertas. A partir de ese pequeño descubrimiento, derivó a que la Agencia de Drogas y Alimentos de Estados Unidos aceptara una técnica para medir pirógenos basándose en las células del cangrejo en los setentas. La técnica ha sido totalmente revolucionada y explotada, ya que hay pruebas de coagulación, cromogénicas y turbidimétricas, pero todas, necesitan la sangre del pericardio del buen cangrejo. Así, si a algún dispositivo se le me mide su cantidad de pirógenos y no cumple con regulaciones, este debe ser desechado y así, se evitan fiebres innecesarias que pudieran llegar a ser mortales.

Esterilización y bacterias

Otra característica de algunos dispositivos médicos es que son estériles. Mas bien, es que tiene microorganismos que son estériles y que ya no se pueden reproducirse.

Esto es básico, si metes algún dispositivo no estéril dentro de alguien, dependiendo del grado de contaminación, lo puedes enviar a conocer a San Pedro. Es por eso que algunos dispositivos llevan una etapa que se llama esterilización.

Hay diferentes tipos, pero para ilustrar el ejemplo, me voy a enfocar en dos. La de gas con óxido de etileno, y la de calor.

El gas óxido de etileno no se puede considerar como que muy amigable, es explosivo, carcinógeno, muy tóxico, pero es buenísimo para esterilizar. Es por eso que la ciencia de esterilización es algo muy especializado que lleva años dominar.

En pocas palabras, los dispositivos médicos se exponen al gas para que esterilice y ya. Claro, lleva muchas cosas como presiones, mediciones de gases, vacíos, y muchas cosas más. Pero, no por el hecho que el dispositivo se expone al gas, quiere decir que está estéril. Es por eso que aquí entran nuestras amigas las bacterias.

Dependiendo del volumen de dispositivos a esterilizar, es necesario introducir en cada carga que va a ser esterilizada, un tipo de microorganismo que se llama Bacillus Atreophaeus. Este amigo resiste, y resiste bien ante cualquier cambio en la temperatura, clima, presión, o cualquier condición adversa a sus necesidades. Esto lo hace debido a que se protege y se “momifica” esperando las condiciones óptimas para volver a su estado “normal”. Esto lo hace muy difícil de matar. Pero, el gas, lo inhabilita para que se pueda reproducir. Cuando los dispositivos entran en contacto con el gas, también lo hace el Bacillus Atrophaeus, y cuando termina el proceso de esterilización, las bacterias son removidas de las cargas y son incubadas para ver si crecen. Si no crecen, quiere decir que no se pueden reproducir, por lo tanto, la esterilización fue efectiva. Si el microorganismo crece, pues quiere decir que la esterilización no sirvió.

El otro método que también se usa es el calor, pero para este tipo, se utiliza otro tipo de microorganismo, el Geobacillus Stearothermophilus, que, como su nombre lo indica, aguanta las temperaturas altas. El mismo principio aplica, se meten a esterilizar, se retiran después del proceso, y se incuban para ver si crecen

Estos dos tipos de esterilización son métodos aprobados por las secretarías de salud, hay muchas pero muchas regulaciones para usarlos, y han probado una muy buena efectividad. Todo para evitar meter riesgos dentro de los pacientes durante cirugías. Qué imaginación del que se le haya ocurrido usar bacterias para probar efectividad en esterilización. Chulada.

Otro caso lo podemos leer en esta entrada de La ciencia por gusto, en donde la curiosidad de alguien por saber por qué el molusco Cypridina brillaba en la oscuridad, derivó a técnicas que se usan en biología molecular como marcadores moleculares que sirven para detección y cura del cáncer. También derivó en un premio Nobel.

¿Qué podemos concluir?

He visto, no sólo marcadores en México, sino en gringolandia también, en los cuales se muestra que hay una gran ignorancia de la gente hacia la ciencia básica. Precisamente esta semana escuchaba un podcast en donde se decía que 1 de cada 5 gringos no sabía que la Tierra giraba alrededor del Sol. Chale.

Esto es en parte por el gobierno. Si el gobierno no apuesta por ciencia básica, es muy difícil que el ciudadano promedio se enganche con la ciencia. Los gobiernos deben, en mi opinión, lanzarse a descubrir. Designar fondos para ver qué hay más allá de lo que conocemos. Sin esto, nos podemos perder de muchas sorpresas, o de técnicas que deriven en, entre otras cosas, una mejor salud de los ciudadanos.