
Probablemente los lectores de este blog se habrán topado con la situación de que algún testigo de Jehová los haya visitado en su casa para hablar de “la palabra”. A mí me ha tocado en varias ocasiones.
No soy ateo evangelizador, no pienso convertir a nadie, si acaso me veo en una discusión religiosa, trato de ser amable y despertar curiosidad si es posible, pero tampoco soy tan clavado, disfruto más una plática de ciencia que una religiosa, si tuviera que escoger. No inicio una plática religiosa, a menos que me pregunten.
En alguna ocasión salía yo de casa de un primo porque visité a mis sobrinos y en la salida estaban dos mujeres testigos de Jehová, me dijeron que querían hablar conmigo acerca de la palabra, les dije que era ateo, que no me interesaba y que muchas gracias, a lo cual respondieron: “Ah, usted es ateo, entonces no cree. Muy bien, nosotros respetamos, que tenga buenas noches”. Yo me quedé con cara de WTF?
También, hace como unos 8 años, una señora me abordó mientras estaba yo esperando el camión para irme al trabajo. Acostumbro traer audífonos con música de rock ♪, me tocó el hombro, volteé, me quité los audífonos y dije ¿Sí?. – Disculpe molestarlo joven, pero no creo que lo que está usted escuchando sea mas importante que lo que le voy a decir. – Ah chinga, ¿y usted cómo sabe? – contesté. Me caga ese tipo de invasión, esa soberbia y arrogancia.
Tengo poco de haber entrado de lleno a esto del ateísmo y el escepticismo (con esto me refiero a que estaba casi solo, luego me metí mas a leer blogs de ciencia, luego encontré
http://www.ateosmexicanos.org/, y luego comenzamos este blog) y si el señor que fue a la casa hace poco me hubiera contactado hace algunos años, a lo mejor me hubiera impresionado. Pero mejor les platico. Aclarando, todo esto que les voy a describir nos es palabra por palabra, sino un más o menos lo que pasó, pero la idea fundamental se mantiene.
Hace como tres semanas, estaba yo haciendo unas labores dignas de cualquier macho, viril golpeamujeres… estaba lavando y trapeando. Tocaron la puerta y era un testigo de Jehová con su hijo de algunos 12 años.
TJ: Buenos días joven, veo que está ocupado, ¿me puede dar un tiempo para hablar con usted de la palabra?
AR: Buenos días, gracias por lo de joven, mire, soy ateo, ya hice mis paces con la religión, y pues estoy un poco ocupado ahorita. No me interesa, muchas gracias.
TJ: ¿Usted es ateo? Entonces no cree.
AR: Eeerrr. Así es.
TJ: ¿Por qué?
Las señoras que me encontré con mi primo me malacostumbraron y pensé este señor no me iba a preguntar nada.
AR: Pues, resumiendo, no me creo las historias de su libro y aparte todo tiene una explicación científica sin invocar supersticiones ni pensamiento mágico, tal vez muchas cosas no conocemos, pero pues es cuestión de tiempo.
TJ: Ya veo. ¿Entonces usted es científico?
AR: Pues así como que traigo siempre bata y estoy en un laboratorio haciendo experimentos todo el tiempo, pues no. Sin embargo, mi trabajo requiere conocer microbiología y química, así que, para responder a su pregunta, creo que la respuesta mas adecuada sería, más o menos.
TJ: Qué bien. Mucha gente no cree porque no puede ver, pero sin embargo supongo que usted tiene Internet en casa, lo digo porque este fraccionamiento está muy elegante.
AR: o.O
TJ: Y usted no puede ver el Internet, sin embargo se refleja en su computadora.
AR: o.O
TJ: Lo mismo pasa con el radio, nadie puede ver las ondas de radio, pero sin embargo existen.
AR: Mire, ya sé mas o menos para dónde va. De la manera en que funciona el radio, y la manera en que funciona el Internet, tal vez no los “veamos” a simple vista, sin embargo podemos hacer experimentos que usted puede constatar. Cosa contraria con su dios, si ahorita pedimos que mueva mi camioneta, le aseguro que el experimento va a fallar.
TJ: ¿Qué mas experimento quiere mas que la vida de nosotros?
AR: Hay explicaciones lógicas fundamentadas en evidencia de cómo surgió la vida y como ha cambiado, las cuales a lo mejor las conoce o ha oído hablar de ellas porque supongo que cursó la primaria. Hasta el momento, esa es la explicación aceptada para enseñar en las escuelas como programa de estudios en casi todo el mundo, incluyendo nuestro país. La explicación religiosa está limitada a las iglesias y templos y si tuviera evidencia dura, comprobable, estaría en los libros de texto.
TJ: ¿Sabía usted que algunas cosas de la biblia se están comprobando científicamente?
AR: Sí, científicamente se ha comprobado que no hubo ninguna arca, o que el manto de Turín son patrañas.
TJ: No, me refiero a que se ha comprobado científicamente que dios nos hizo de polvo.
AR: Explique.
TJ: Si usted toma un puñado del polvo que está en frente de su casa, si lo analiza, son los mismos componentes que nos forman a nosotros.
¡Chale!
AR: ¿Esa es su explicación científica? Supongo que el polvo tiene conciencia.
TJ: Tome este otro ejemplo. La biblia nos dice que Eva se formó de la costilla de Adán. Esto es confirmado por todas las clonaciones humanas que hacemos en la actualidad.
Esto se estaba convirtiendo en una tortura. Esto tiene un significado en el mundo científico, a esto en el mundo científico se le llama: sacarse datos por el trasero.
AR: Disculpe, ¿Cuáles clonaciones?
TJ: Las clonaciones que hacen los gobiernos.
AR: Mire, afortunadamente estoy enterado sobre estos temas, y disculpe usted señor, pero con todo respeto, usted está diciendo puras patrañas. No hay clonaciones humanas así como usted las plantea. O sea, son mentira. Tal vez usted no sepa que son mentira, pero le aconsejo que lea un poco más acerca del tema antes de acercarse a alguien a evangelizar. Si no, el único que pierde credibilidad, es usted.
TJ: Le voy a dejar este libro (el cual lo traía separado en un compartimento especial de su maletín, algo así como “úsese en emergencias”) para que le de una leída, son explicaciones científicas de la existencia de dios. Se lo regalo.
AR: Mire, los artículos de ciencia real los saco de donde se deben sacar los artículos de ciencia real. Su libro está sesgado, me atrevo a decir sin siquiera abrirlo.
TJ: ¿Tiene miedo de la verdad?
AR: A ver, échelo. Pero que conste que usted se lo buscó.
Tomé el libro y lo abrí al azar en una página más o menos al principio. Para mi suerte, citaban a Stephen Hawking y trataban de justificar algo que el dijo y acomodarlo a la Biblia.
AR: ¡Mire, Stephen Hawking! ¿Sabe usted quién es Stephen Hawking?
TJ: No señor.
AR: Stephen Hawking es una de las mentes mas chingonas que tenemos en la actualidad, escribe sobre el universo, condenado a una silla de ruedas por su enfermedad, fue catedrático de la Universidad de Cambridge, ocupó el mismo puesto que ocupó Isaac Newton. Lo que usted está haciendo es tramposo. Stephen Hawking, en sus escritos no le da crédito a su dios por ningún lado, de hecho él es ateo, y usted está justificando sus creencias con alguien que estoy seguro no sabe que está apareciendo en un libro “científico” de religión. Eso es tramposo.
TJ: ¿Va a querer el libro?
AR: No. Quédeselo, no me interesa. Mire, me tengo que meter (yo pensando en la lavadora), no tengo tiempo ahorita.
TJ: No se preocupe. Nosotros solamente queremos ayudar a la gente que quiera nuestra ayuda.
AR: ¿Ayudar? ¿Usted llama a lo que hace, ayudar? Señor, permítame decirle que lo que usted hace no es ayudar, lo que usted y su culto hacen es desinformar, repartir ignorancia. Probablemente algún incauto se las crea, no lo dudaría porque en nuestro País ustedes casi tienen una carretera libre para repartir ignorancia, pero mejor le hago una contraoferta, léase el mundo y sus demonios de Carl Sagan, esa es una verdadera “Biblia”, y por favor, reconsidere lo que está haciendo, ya que si el País está jodido como está, es, en parte por andar creyendo en idioteces. Idioteces que usted se encarga de repartir tan diligentemente. No es mi costumbre exaltarme de esta manera, pero su arrogancia caga el palo con sus frasecitas asustapendejos de “tiene miedo a la verdad”. No, no le tengo miedo a la verdad. Aparte ¿qué es eso de “la verdad”?, suena muy mamón. Realmente estoy ocupado señor. Como le dije DESDE UN PRINCIPIO, yo ya hice mis paces con estas creencias.
TJ: Que tenga buen día.
AR: Que MONESVOL lo acompañe.
Me metí, y le seguí dando a lo que estaba haciendo.
¿Me pasé? Pensé en cuanto me metí. No acostumbro, como dije antes, a evangelizar. No sé si lo que hice sea evangelizar, según yo (obviamente), hice lo correcto. Según el (obviamente) hizo lo correcto.
Hace poco leía una entrada del blog del Dr. Steven Novella, personaje que casi ni invocamos en este blog (es que es verdaderamente fregón), y en una entrada, dice lo siguiente:
Uno de los retos en tratar de ser científico e intelectualmente honesto, es que seguido se requiere de juicio al atacar algún tópico o afirmación. El problema en confiar en el juicio de uno mismo es que es algo tirante, a veces sobrecargado, con sesgo personal. El “modo default” del comportamiento humano (lo cual significa que la mayoría de la gente hace esto la mayoría del tiempo) es construir una racionalización para lo que ya creemos, y queremos creer. Mientras mas inteligentes somos, nuestras racionalizaciones se vuelven más elaboradas y sofisticadas – dando más confianza a nuestras conclusiones, pero no merecida, necesariamente.
La solución de este problema es desarrollar un equipo intelectual específico de habilidades – conocimiento de las varias maneras en las que sesgamos nuestro pensamiento y la constante aplicación del conocimiento a nuestras propias creencias. En otras palabras, necesitamos ser escépticos, especialmente de nosotros mismos. Pero no solamente escépticos en actitud, escépticos sistemáticos del proceso de nuestro propio pensamiento. Pero ya que esto es necesariamente auto-referencial (podemos sesgar nuestro juicio de sesgos) también es necesario revisar nuestras creencias y pensamientos contra otra gente, gente con perspectivas diferentes – de diferentes antecedentes, áreas de habilidad diferentes, y culturas.
Lo opuesto a este acercamiento, es ser insular, tener un auto-contenido sistema de creencias que se nutre por sí solo el cual está completamente desconectado de la lógica y la realidad. Los humanos parecemos tener una desafortunada inclinación para caer en sistemas de creencias auto-contenidas, los cultos son la máxima expresión de esta tendencia. Las teorías de conspiración son otra manifestación. Mucha razón tiene el Dr. Novella. No creo, la verdad, que el tipo que me visitó califique como “mientras más inteligente seas, mejores tus argumentos”, la verdad, sus argumentos se me hicieron bien chafas, traté de acercarme en buen plan, pero me salió con sus amenazas de “tienes miedo a la verdad”, eso me enervó.
Está otro problema al enfrentar a alguien con un pensamiento diferente al nuestro, algo que se ve seguido en defensores de religión y pseudo ciencias, esto es el inventar datos. ¿Cómo prepararse para esto? Afortunadamente, conocía a Hawking. Pero si me hubiera salido con Juanito Pérez, me hubiera hecho patinar un poco y tendría que evaluar mas a fondo lo que decía el libro. Pero bueno, eso se corrige leyendo o
viendo tele..
En un país como el nuestro, en donde buscamos drogas y armas con
varitas de zahorí, en donde la astrología es
considerada como ciencia y donde “ocho de cada diez adultos en nuestro país cree firmemente eso de que la fe mueve montañas y el 71% está convencido que existen los milagros”(
estudio) no dudo que mas de uno haya sido embaucado.
Pues así estuvo el chisme, comadres. De lo único que me arrepiento es de no haber tomado el libro para así evitar que lo entregara a alguien más, experiencia para la próxima.