Uno de mis objetivos que quería realizar antes de que finalizara el año era crear una página web para divulgación de escritos de ciencia. Lamentablemente no pude realizarlo debido a otras prioridade$, sin embargo, tomando ventaja de Facebook creé la página Materia Gris.
https://www.facebook.com/materiagrisciencia
En esta página lo que busco es compartir enlaces de ciencia, escepticismo, pensamiento crítico, ateísmo, y puntos circunvecinos para tener un conglomerado de escritos que considere interesantes o estimulantes.
La página no es con fines de lucro, es solamente un esfuerzo mío por divulgar escritos.
Otro de los objetivos de la página es que los escritos sean en español. Sí, hay muy buenas páginas de divulgación en inglés, y también hay muy buenos divulgadores de ciencia en inglés, pero, lo que quisiera es tener este conglomerado en español para un mejor entendimiento y darle difusión a divulgadores de habla hispana.
Espero que la página sea de su agrado, y, lo único que tienen que hacer es darle “me gusta” y ya con eso están inscritos.
Saludos, y los veo por Materia Gris
https://www.facebook.com/materiagrisciencia
jueves, 18 de diciembre de 2014
domingo, 14 de diciembre de 2014
Sobre el doctor Matt Taylor, la doble moral, y la camisa infernal.
Ya es bien sabido en los círculos de ciencia sobre
Rosetta y su aterrizaje en un cometa. Sin duda, un hecho histórico que marca a
la humanidad. Sin embargo quiero hablarles sobre el doctor Matt Taylor y su
camisa infernal, que de cierta manera, opacó las luces de ese suceso en buena
parte.
Yo cuando vi la transmisión de la Agencia Espacial
Europea (ESA, por sus siglas en inglés) sobre el aterrizaje, me llamó la
atención el doctor Matt Taylor y sus tatuajes que cubren sus dos brazos, lo
primero que pensé fue “Chido”. ¿Por qué “chido”? Porque la ESA demuestra que no
tiene prejuicios sobre su personal. El doctor será un poco extravagante (como
muchas personas) pero lo que importa es su cerebro, su conocimiento, sus ganas
de trabajar, y lo que él pueda aportar hacia misiones costosas, de mucha
importancia, y de gran relevancia para la humanidad.
Sin embargo, hubo personas que le hicieron un “zoom
moral” a la camisa hawaiana que optó por ponerse ese día. Una camisa que causó
que mi politicocorrectómetro explotara con el hashtag llamado Shirtstorm
(juego de palabras en inglés, porque Shitstorm
significa que ocurrió un pedote).
La camisa del infierno que el doctor Taylor portaba
fue un regalo de una amiga de él, amiga mujer femenina portadora de una vagina
que se la dio para que se la pusiera precisamente el día del aterrizaje y él se
la puso.
Ésta es la camisa:
La camisa tiene caricaturas de mujeres entre medio
heroínas o no sé cómo definirlas, que andaban en top, con armas, y cosas así, y
el Twitter, literalmente explotó.
Que si fue una mala decisión llevar esa camisa, que si
es un misógino, que si no tiene respeto por las mujeres, que sin no me importa
que haya aterrizado una nave en un cometa, la camisa es excluyente, y un largo
etc. Muchas personas declaraban que ese tipo de camisas “eran ofensivas para
las mujeres”, a ver, ¿para TODAS las mujeres, o es ofensivo para ti? Creo yo
que es importante aclararlo porque, son de esas cosas en las que hay muchos
grises. Analicemos.
¿Quién define qué es una vestimenta “aceptable”? Hay
compañías que tienen códigos de vestimenta. Hay algunas que hasta tienen
catálogo de ropa y solamente se les permite a los empleados llevar esa ropa a
trabajar. Existe el famoso “viernes casual” en donde los empleados de van “de
vestir” de lunes a jueves, y el viernes pueden llevar mezclilla y tenis, están
los encorbatados de los bancos, y cosas así. Esto es respetable si la compañía
decide algo así, a final de cuentas ellos son los dueños del changarro y es
juicio del personal escoger trabajar en esas compañías si es que no les parecen
esas normas. Por lo que vi, la ESA no tiene código de vestimenta ya que a los
científicos no se les ve algún patrón de ropa, probablemente lo hay. No lo sé.
Pero juzgando a como se viste el dr. Taylor, no lo creo.
¿A alguien se le ocurrió pensar que el dr. Taylor ha
vivido en países mucho más desarrollados en Derechos Humanos y que no se ve mal
en otros lados portar camisas de ese tipo? ¿Alguien lo conoce personalmente
como para llamarlo misógino? ¿Alguien ha tenido contacto con él como para
decidir por él si tiene algún problema con las mujeres por el simple hecho de
ser mujeres? ¿Alguien sabe cómo trata a su madre, hermana, primas, amigas? ¿Tenemos
realmente los datos, evidencia, y sobre todo, tenemos el juicio moral y la
espada de la justicia como para emitir ese tipo de juicios hacia alguien
prácticamente desconocido? Personalmente creo que la explosión de comentarios
negativos fue totalmente exagerada y sin fundamentos.
Vámonos a otro ejemplo, con otra camiseta del
infierno. Pero en este caso, involucró a las amigas de Skepchick.
Esta camisa se vendía en JC Penney (tienda famosa de
ropa). Traduzco: soy demasiado bonita para hacer tarea, así que mi hermano la tiene
que hacer por mí.
El mensaje de la camiseta es bobo, sin embargo, se
pidió que se retirara del mercado. Aquí la entrada
de Skepchick al respecto. Así comienza: “Las niñas odian aprender. Y les
encanta ser bonitas. Y son unas perras flojas. Afortunadamente, hay niños. Los
niños son inteligentes. Y a los niños les gustan las niñas bonitas. Así que los
hermanos hacen la tarea de las hermanas y los niños hacen las cosas que dejan
aprendizaje y las niñas pueden bailar para Justin Bieber. Fin.”
Otra joyita. Más adelante en la entrada: “Nunca es muy
temprano para llevar el mensaje que las niñas bonitas son unas insípidas putas
inútiles y que las feas son aburridas… y peor, inteligentes”.
Diossssss. ¿En serio? ¿Todo eso ven en el mensaje de
la camisa, de verdad?
Regresando a la camisa del Dr. Taylor, el reputado
popularizador de ciencia Phil Plaint (The Bad Astronomer) cayó en lo mismito
que las Skepchick, diciendo:
Así que, sí, solamente
es una camisa.
Y solamente es un
comercial.
Es solamente un dicho.
Es solamente un show
de TV
[…]
Es solamente una muerte por 1000 cortadas.
¡¿Eh?! ¿Neta?
Yo no sé si tenga yo una falta de sensibilidad hacia
temas feministas, pero en serio que yo no veo eso que dicen las de Skepchick ni
lo que dice Plait. Está totalmente fuera de contexto, en mi opinión.
Lo que yo creo que sí cae en lo ofensivo, es que
reputados popularizadores de ciencia caigan en falacias como escoger solamente
argumentos o ejemplos que hagan más fuerte tu argumento ignorando los demás (cherrypicking)
porque hay que decirlo, hubo mujeres que salieron a defender al Dr. Taylor
pidiendo que las feministas le bajaran dos rayitas a su mame, y ninguno de
estas personas tuvieron la delicadeza de mencionar estos comentarios o siquiera
tomarlos en cuenta. Hubo falacias de plano inclinado (slippery slope) como las
conclusiones que sacaron en Skepchick y Plait en donde exageran en varios
ordenes de magnitud el simple hecho de una mensaje o una foto contra una
supuesta consecuencia fatal que va a ocurrir.
En mi opinión, emitir juicios sin tener los datos
necesarios, sobre todo como para destruir la reputación de una persona desde la
comodidad de tu sillón, que ni siquiera conocen ni que saben (ni entienden) lo
que hace, es totalmente deplorable. Vamos, este tipo de personas se basan en
datos para decidir y que al menos se espera que no tengan vacas sagradas (lo
cual es casi imposible).
¿Qué pasó después? El Dr. Taylor salió a disculparse
por todo lo que había ocasionado, su cuenta de Twitter ya no es la misma, antes
contestaba preguntas a cualquier persona, ya casi no hay movimiento. Y bueno,
la amiga del Dr. Taylor que le hizo la camisa ya tiene sobre pedido varias
órdenes por camisas similares. Qué bueno.
Conclusión
Con este escrito no quiero minimizar el movimiento
feminista. Es cierto, hay problemas de sexismo en ambientes de trabajo, hay
problemas de machismo en el hogar y en los trabajos, hay problemas de
discriminación a las mujeres, problemas serios en donde se les paga menos en
los trabajos aún y cuando tienen el mismo puesto que un hombre y sí, esto hay
que combatirlo y pelear hasta el cansancio por la equidad, aún y cuando esta
discriminación venga también de las propias mujeres en puestos de ciencia. Pero
esto no significa que podemos destrozar a cualquier persona que ni siquiera
sabemos quién es, cómo es, y sobre todo, como si nosotros tuviéramos la
dirección u obligación moral de hacerlo solamente porque se puso una camisa que
“nos ofende”.
Un buen escéptico, creo yo, es aquel que tiene la
sensibilidad de, al menos, leer las partes contrarias a sus argumentos para
poder eliminar o evaluar sus propios sesgos y conclusiones preconcebidas y
encontrar puntos en común con la otra parte, si es que los hay. No digo que
estas personas no lo hayan hecho, pero lo dudo bastante por las falacias en las
que caen. Incluso, en esta
nota de Plait, alguien le mencionó en los comentarios que no se haga güey,
que él se tomó fotos en el evento conocido como Dragon Con con algunas chavas,
misteriosamente las fotos ya no existen en el post original de ese evento (y ni
siquiera tuvo los huevos para decir por qué las eliminó), pero les dejo esta
foto, que es del CALENDARIO SEXY que
sacaba (o sigue sacando, no sé, no creo) Skepchick de científicos y
popularizadores de la ciencia. A ver qué les parece. ¿A alguien se le viene a
la mente las palabras “doble moral”?
viernes, 5 de diciembre de 2014
La Crisálida
Ya no quedaban muchos de ellos. Los
creyentes no eran tan inteligentes, algunos sí, pero la mayoría no. Por mucho
tiempo pensé que realmente era culpa de ellos el haberse extinguido. Cuando nos
encontrábamos dentro de La
Crisálida tuvimos mucho tiempo para meditar. Muchas de las cosas que
discutíamos los pocos que habíamos ahí (digo pocos entre comillas porque éramos
miles, 17,346, para ser más exactos) era que cómo era posible no asustarse
viendo el meteoro acercarse a toda velocidad y aun así creer que una fuerza
superior nos iba a salvar. Supongo que Darwin atesora a los más preparados.
Aún recuerdo la noticia. Al principio no
era una amenaza, al menos eso se pensaba, pero El Espacio… el maldito Espacio
es tan traicionero.
Por azares del destino (o ya ni sé si sea
azar. Siete años y medio encerrados te hacen dudar hasta del azar del Universo)
esa bola de lumbre cayó. Solo vimos el fuego acercarse en unas pantallas, y
después de eso, sentimos el vibrar de la Tierra. No más. Fue nuestro último
contacto con el exterior.
En algunas ocasiones nos preguntábamos si La Crisálida iba a aguantar el
impacto. ¡Mierda!, quién no se va a preguntar eso cuando es tu último pedazo de
salvación. Pero era nuestra única esperanza. Aunque no sé si llamarlo esperanza cuando la ingeniería y
la imaginación de los mejores calculaba que era un hecho que íbamos a
sobrevivir. Pero pues ejemplos de excelente ingeniería tirada a la basura hay
por muchos lados, incluso en el mismo fabricante de La Crisálida.
Pero pues era lo que había. No había más.
Este país fue de la manera en que se preparó, y le resultó. Aunque los
resultados no fueron lo esperado. Me refiero a que, millones de vidas se
perdieron, supongo. Otros países hicieron lo suyo. No sé si fueron exitosos.
Yo siempre he sido escéptico, pero no era
tan cínico como ahora. Aunque los dos conceptos muy seguidamente van juntos.
Cuando propusieron la primera selección de los elegidos,
no fue fácil digerirla, ¿qué se espera de una propuesta hecha por políticos en
donde no hay científicos? Proponían que, solamente científicos sobrevivieran
para que poblaran de nuevo el mundo con su intelecto y con su gran capacidad.
Chingado. A quién se le ocurre que un montón de nerds se van a reproducir. ¿Y luego si alguien era gay y no
había salido del closet? ¿Se iba a querer reproducir? ¿Se sacrificaría por el
bien de la humanidad?
Realmente los requisitos fueron bastantes,
entre ellos: heterosexuales solamente, en edad de procrear, científicos, que no
tuvieran antecedentes en familiares de diversas enfermedades, de familia
longeva, los hombres con un buen conteo de espermas, las mujeres fértiles, sin
aparente problema de procrear. Y miles de cosas más. Me faltó aclarar que la
propuesta fue como la décima. Es difícil pensar que quien estaba haciendo la
lista tenía que tener cordura puesto que ellos no iban a ser incluidos.
Esta fue la manera oficial. La del
gobierno. No faltaron los ricos en hacer sus propias crisálidas, hubo un par
que quería hacer una solamente para ellos y su familia, obviamente incluyendo
servidumbre. Pero los rumores dicen que fueron invadidos por gente que también
quería sobrevivir. Al parecer la servidumbre fue la que esparció el rumor, y se
unieron para que el día que iban a cerrar las puertas, se metieran a la fuerza.
Los rumores dicen que hubo disparos. Ya no se puede confiar en la servidumbre.
Hay más historias sobre otras construcciones, pero no sé qué tan ciertas sean.
Nuestra Crisálida estaba fortificada, con muros altos, torres de defensa,
soldados, aviones de caza, tanquetas, armas, municiones… muchas municiones. No
se esperaba que los soldados nos fueran a proteger de la muchedumbre, pero lo
hicieron. Mancharon sus manos de sangre. Cuando se cerró la puerta, ya no había
atrás. Nadie podía entrar. La mayoría nos quedamos juntos, algunos en posición
fetal, algunos tomados de la mano, algunos solitarios con su mente vagando no
sé en qué parte. 17,346.
Los primero meses fueron los más
difíciles, lógicamente. Algunos no daban crédito todavía. Pero parte de nuestro
trabajo era animarnos, sacarnos de los pensamientos y lágrimas, y empujarnos
hacia la meta común. Los humanos siempre tenemos la meta de sobrevivir, pero
¡carajo!, no en estas condiciones.
La Crisálida,
aparte de ser nuestra cápsula de salvación, estaba cubierta con una especie de
cúpula que la protegía. Fuera de La
Crisálida había cámaras, robots, antenas, filtros, sensores de
temperatura, humedad, y muchas cosas que, al pasar 10 años, se iban a activar
de nuevo. Al abrir la cúpula, estos instrumentos quedarían al aire libre para
tratar de comunicarnos y medir nuestro entorno. La cúpula también tenía los
mismos dispositivos, sin embargo, todos se jodieron, con excepción de una
cámara que nos transmitía el exterior. Sin embargo, la imagen siempre ha estado
negra. Siempre. La pantalla sirve, puesto que la probamos con otro dispositivo
dentro de La Crisálida,
pero suponemos que el polvo no ha bajado. Hace como un año, un equipo de quince
personas salió de La Crisálida al
espacio entre ésta y la cúpula para asomarse por las ventanas. Todo negro.
Encontraron el cuerpo de uno de los soldados, el que cerró la puerta de la
cúpula. Supongo que quiso entrar en La
Crisálida pero como no se abre por fuera, no pudo, y nosotros no lo
escuchamos. Encontraron casquillos y unos hundimientos de bala en la puerta de
acero de La Crisálida, pero
se gastó todas las balas, no dejó una para matarse. Murió de hambre.
Entre nosotros había muchos astronautas.
Su experiencia en la Estación Espacial Internacional nos había ayudado a
sobrevivir. Ellos fueron los que primero fueron escogidos. Aunque algunos, se
quedaron en el Espacio para ver el evento desde allá. La última misión que fue
a la Estación que iba a recoger a los astronautas, también llevó unas pastillas
para dormir. Yo creo que yo hubiera hecho lo mismo. Un boleto para un asiento
delantero para ver la destrucción de tu planeta no te lo venden todos los días.
Siete años y medio después, ya no somos
los mismos que estábamos al inicio. Los dormitorios estaban aislados. Todos
dormíamos casi amontonados. Desafortunadamente tuvimos una fuga de dióxido de
carbono que mató a casi todos mientras dormían, solamente quedamos nueve, los
que estábamos de guardia fuera de los dormitorios. Entre esos nueve está mi
hijo de tres años. Ocho adultos y un menor no son como que el mejor equipo para
repoblar la Tierra.
Lo difícil fue decidir qué hacer con los
cuerpos. La primera idea fue poner a todos en el espacio entre La Crisálida y la cúpula. Pero
no iban a caber. Aparte, ¿cómo íbamos a salir después cuando fuera hora de
salir con el montón de cuerpos estorbando? Terminamos por decidir en dejarlos
en los dormitorios. Después de arreglar los ductos del dormitorio, sellamos la
puerta principal de los dormitorios y los dejamos ahí, inertes. Pudriéndose.
Todos y cada uno.
Perdimos mucho conocimiento con los
muertos, muchos no sabemos operar todo el equipo de La Crisálida. Aunque uno de las
actividades consistía en entrenarnos unos a otros en nuestras áreas de expertise,
necesitamos a los expertos. Nos quedamos yo, que soy microbiólogo, dos
farmacéuticos (uno con diabetes), dos matemáticas, una geóloga, un filósofo, y
mi hijo. Ni un pinche ingeniero. En estos momentos realmente me estoy
preguntando quién chingados aprobó que vinieran los filósofos. Pero no tengo a
quién reclamarle. A lo mejor sí tengo, pero no lo voy a poder hacer porque
nunca lo voy a conocer.
Solamente estamos esperando,
sobreviviendo. Como podemos. Tratamos de abrir la puerta de La Crisálida para salir pero está
descompuesta. Varios de nuestros equipos ya no sirven y no hay nadie que los
pueda reparar. Estamos contemplando un suicidio en grupo, pero es fácil decirlo
porque los demás no tienen a su crío con ellos. Aunque, para ser sinceros, no
es justo que me ponga así porque todos perdieron al suyo en los dormitorios.
Supongo que la salida “fácil” será que
alguien le quite la vida a mi hijo para no tener que hacerlo yo. Lo tendrían
que hacer cuando yo ya me haya ido. Trataré de convencer a alguien.
Hay mosquitos. En mi vida pasada odié los
mosquitos. Ahora, ya dejo que se atraganten de sangre y que queden bien
panzones. ¿Ya qué?
En el tablero principal hemos dejado las
bitácoras de estos siete años. No es mucho. Los primeros tres años tienen mucha
información. Después, a medida que el autoestima fue bajando dejamos de
actualizarlas tan seguido.
Espero que alguien encuentre este escrito,
mi letra no es la mejor, pero ya nadie tiene ganas ni de dejar una nota. Solo
espero que la encuentren, si es que pueden abrir la puerta de la pinche
crisálida.
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